Tras la reforma laboral aprobada por el Gobierno del Partido Popular, muchos fueron los que se manifestaron en contra, incluso se convocó una huelga general. Entiendo estas actitudes.
Abanderados por los sindicatos y partidos políticos y apoyados por personajes de la farándula, muchos fueron los que salieron a la calle a protestar. Convencidos de que luchaban contra algo injusto, convencidos de que con la fuerza del pueblo se podría cambiar las decisiones del Gobierno, convencidos de que la derecha atacaba, una vez más, a los trabajadores. La Unión General de Trabajadores, por ejemplo, publicó una ‘Guía Sindical para la reforma laboral’. En su introducción este documento dice, entre otras cosas, que “la progresiva mejora de los derechos de los trabajadores lograda tras un largo camino de reivindicaciones y de lucha, está siendo dinamitada en unos pocos años con la aplicación de continuos y profundos recortes en los derechos laborales”; “la última reforma laboral supone un salto cualitativo, es la mayor agresión al Derecho del Trabajo producida desde la promulgación del Estatuto de los Trabajadores y la consumación de la involución de los derechos laborales impuesta por el Gobierno del PP” y prosigue en la introducción diciendo que “vamos a continuar expresando el rechazo a la reforma laboral impuesta por el Gobierno del Partido Popular, con movilizaciones sostenidas en el tiempo” y finaliza diciendo que “uno de los principales objetivos buscados con la reforma radica en debilitar, por todos los medios, la defensa colectiva de los trabajadores, individualizando al máximo las relaciones laborales, en consecuencia debemos tener presente lo fundamental que resulta mantener y reforzar la unidad de acción entre UGT y CCOO”. Además en la mencionada Guía se tildaba la reforma laboral de regresiva, de imposición, se dice que los empresarios podrán actuar a discreción y que la reforma trata de abaratar el despido. Esto decía la UGT sobre la reforma laboral. Lo que decía el PSOE no voy a analizarlo, pues es de todos sabido. Sí voy a reflejar lo que dijo el actor Javier Bardem sobre la reforma laboral en una entrevista en El País, comentó lo siguiente “al Gobierno le viene bien tanto paro para que las condiciones laborales sean terribles". Pues después de todo, después de manifestarse en contra de la reforma, después de criticar al Partido Popular, después de decir que la derecha quiere acabar con los logros de los trabajadores, después de una huelga general, resulta que tanto la UGT y CCOO como el PSOE, como los Bardem han aplicado la reforma laboral para despedir trabajadores, realizando ERES conforme a la reforma contra la que se han manifestado. De locos. Estas actitudes demuestran la falta de coherencia y la hipocresía de estas personas. Por un lado se muestran en contra de una Ley y hasta convocan y siguen una huelga general, por otro lado aplican esa misma Ley contra la que se manifiestan y que critican. Y mientras los trabajadores los realmente afectados. Por sus hechos los conoceréis.