Por todo peleamos, pero por poco reímos: la sociedad de hoy en día
Estamos en un mundo inundado de desamor, injusticias, traiciones, discusiones, etc., pero, ¿a qué se debe esto?
Resumiré mi opinión personal en unos tres párrafos.
A lo largo de los años hemos dejado de cultivar el ser felices con lo poco que tenemos, hemos dejado que la tecnología y las redes sociales tomen control de nuestras vidas, dejando a un lado las cosas más importantes; y dando como resultado personas adictivas, y, algunas, con baja autoestima por pensar que los demás tienen un nivel social “superior” al de nosotros. Le damos preferencia al trabajo duro que a veces ni siquiera descansamos, sólo para mejorar nuestro “futuro”. Y, aunque esto funcione, a la larga es algo que resulta frustrante, quizá por que queremos más de lo que tenemos, y poco a poco nos vamos quedando sin salud. Todo esto produce en nuestras vidas un efecto deprimente porque nos hemos dejado llevar de estas cosas y no alcanzamos la verdadera felicidad.
Entonces también nos odiamos unos a otros, no tenemos amor al prójimo, sólo pensamos en sí mismos… y esto ha creado en la sociedad un caos, pues la inconcientización de las personas ha llevado al planeta a un estado de contingencia, el amor a sí mismos no nos deja pensar en los intereses de los demás, y nos convertimos en codiciosos.
Lo bonito de la vida es disfrutar de un atardecer, compartir con ese amigo al que llevábamos tiempo sin ver, perdonar al que te hizo daño, conversar con nuestras madres en la mañana con una taza de café, agradecer a Dios por un día más de vida y lo que nos ha dado, escuchar con sentimiento una canción de amor a las 3:00am, contemplar las estrellas como si fuesen diamantes, ayudar al que más lo necesite… no dejemos que estas bonitas costumbres se pierdan a causa de la modernidad. Las cosas materiales no nos darán la felicidad que necesitamos.