Por último, el corazón, de Margaret Atwood

Publicado el 27 marzo 2017 por Covadonga Mendoza @Cova_Mendoza

Por último, el corazón

Traductora: Laura Fernández

Charmaine y Stan, una pareja que vive en un coche, continuamente acosada por bandas callejeras y los desórdenes sociales de un mundo en crisis, deciden entrar en la experiencia piloto de las ciudades Positrón - Consiliencia, donde serán durante un tiempo prisioneros y durante otro, burgueses.

Siento que no he conectado con esta novela de Margaret Atwood al contrario de lo que me pasó con otras suyas, como "El cuento de la criada" o "Oryx y Clarke", que sí me parecieron obras de calidad y que tenían un significado. "Por último, el corazón" me ha decepcionado tanto desde el punto de vista artístico como del de fondo.

Se nos vende como una distopía en la que tiene peso la crisis económica, pero, aunque hay referencias al asunto, es algo que pronto se olvida en favor de otros elementos, como la comedia de enredo amorosa, que es lo que acaba por tener la mayor importancia. Es cierto que los protagonistas entran en la ciudad distópica Positrón-Consiliencia por causa de su situación económica y que nos describe su llegada a ese punto y el contexto que los rodea haciendo hincapié en la disgregación económica y social, pero, en el fondo, si elimináramos ese prólogo de antecedentes de la pareja, tampoco afectaría al grueso de la historia en demasía.

Tampoco me ha quedado muy claro el funcionamiento de las ciudades "ideales" y sus connotaciones alegóricas, si es que las tienen. A veces parece un mero reality show o situación de este tipo, como algo que no va más allá, sin una ideología profunda que le dé sentido al experimento social de orden (me refiero a su significado literario, no al que le dan sus promotores en la novela). O quizás es que la autora no ha sabido explicarlo o yo no lo he llegado a comprender.

Básicamente, el argumento gira en torno a la relación de pareja de un matrimonio tan en crisis como la sociedad en la que habitan, aunque esa crisis he tardado en percibirla, ya que ambos se aman y están unidos. Lo único que parece ocurrirles es que les falta algo de pasión sexual después de varios años de convivencia y que sienten apetencia por otros sujetos. En torno a los enredos y la gente con la que se acuestan ambos, que es a su vez otro enredo que afecta a la ciudad modelo, surgen diversas situaciones llamémoslas humorísticas, algunas de las cuales resultan bastante surrealistas. Ya imaginamos que la ciudad ideal no es lo que parece y que hay algo turbio. Y ahí mete la autora de todo: robots personalizados con función sexual, chanchullos de tipo médico, etc, etc (no revelo demasiado por si alguien lo considera "spoiler").

En realidad, resulta bastante previsible casi todo, que encima está contado con gran detalle, con demasiadas páginas, en las cuales casi lo único destacable es el humor. La revelación final a Charmaine, esposa de Stan, los dos protas, es tan previsible y tan manida como recurso que da qué pensar si esta no será una obra menor para mero divertimento de la autora.

Me ha costado bastante leer la obra. No me enganchaba al no verle el sentido. Está muy lejos de las dos novelas de la autora que menciono al inicio. Pero si alguien quiere leer algo ligero pues tal vez le guste.

¿Qué te ha parecido la reseña? ¿Te apetece leer este libro? ¿Ya lo has leído? (Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión)