Por un puñado de plumas – Vídeo denuncia

Por Verdeainhoa @ideas_reciclar

¿Te has preguntado alguna vez cómo se consiguen las plumas que rellenan edredones, anoraks, cojines…? ¿Creías que se las arrancaban a las aves ya muertas? Hoy os traigo un video bastante duro al que he bautizado como por un puñado de plumas en el que se muestra el terrible proceso por el que pasan miles de ocas, gansos y gallinas a diario.

Por un puñado de plumas

Estamos tristemente acostumbrados a ver campañas que reclaman que no se asesinen zorros, focas o visones para la confección de prendas de vestir, pero estos no son los únicos que sufren el abuso de la raza humana con fines de lucro.

A pesar de que en los años ’60 llegaron al mercado los edredones sintéticos, ligeros y calientes, los gansos y patos americanos y europeos todaví­a se crí­an para edredones y rellenos de chaquetas y por su carne.

Los gansos blancos son destinados a ser desplumados por sus plumas (suaves y finas de los pájaros jóvenes), que se meterán en almohadas, chaquetas y edredones. Estos gansos llevan vidas particularmente incómodas hacinados en sus granjas criadero y serán desplumados cuatro o cinco veces durante su corta vida.

Los principales países productores de plumas son Hungría, Polonia y China. Apenas sirve que arrancar las plumas en vivo esté prohibido en la Unión Europea, porque la creciente demanda está convirtiendo esta práctica ilegal en rutinaria.

Una práctica extremadamente cruel

Las aves en su piel tienen nocireceptores (receptores del dolor). La pared folicular de la pluma rica en fibras aferentes somáticas generales (sensoriales) y los nervios están presentes en los músculos de la papila, lo que es evidencia de que el proceso de desplume es extremadamente doloroso para las aves.

Hasta que no tienen ocho semanas, los ansarones (crí­as de gansos) se alimentan a base de una dieta ‘ buena para sus hí­gados o buena para sus plumas.Ni una ni la otra son buenas para ellos.

Según la Asociación Sueca de Veterinarios “esto es una tortura, puede compararse con alguien que a quien le arrancan el pelo”.

No es justo por un puñado de plumas arrancárselas  a las ocas, patos y gallinas para hacer almohadas, edredones o chaquetones, y es que hay que tener en cuenta que para cada edredón se necesitan las plumas de 75 ocas y que a cada una se le arrancan las plumas 4 o 5 veces durante sus vidas. Durante el violento proceso de arrancamiento, en muchos casos se les rompe la piel, y para no subestimar la capacidad de los humanos de proporcionar dolor, los mismos trabajadores se la cosen directamente con hilo y aguja sin ningún tipo de anestesia ni analgésico.

Después del último desplume, cuando el invierno se acerca y es más costoso calentar los cobertizos que lo que valdrí­an las plumas, se mata a los gansos para aprovechar su carne.

Beauty Without Cruelty Charity (belleza sin crueldad) de Inglaterra ha obtenido la evidencia del desplume en vivo de los gansos para plumas y edredones en las granjas húngaras.

Un ví­deo muestra pájaros aterrorizados siendo levantados por la espalda, y cómo se les arranca todas las plumas del cuerpo. Los gansos, frenéticos, luchan por escaparse, retorciendo los músculos y a veces rompiéndose las patas.

Es incomprensible que nosotros como especie, por un puñado de plumas podamos realizar este tipo de practicas a nuestros compañeros de planeta. Esperemos al menos que este vídeo nos ayude a concienciarnos un poco de estas practicas y evitemos generar demanda de estos productos. Ningún edredón merece la dolorosa vida ni el desplume de ningún animal capaz de sentir dolor.