Todo este comercio, o parte, se financia gracias a los bancos que deciden prestar dinero a los fabricantes de armas, como denuncia el estudio de Setem. Ocho de esos bancos, españoles, están relacionados directamente con la fabricación de, por ejemplo, las bombas de racimo empleadas en Libia. El estudio explica que, por ejemplo, Instalanza, empresa fabricante de este tipo de armas y con sede en Madrid, ha recibido financiación de Bankinter, Caja España, Caja Mediterráneo, Ibercaja, Banco Popular, Banco Sabadell, La Caixa y Caja Rural. El estudio también relaciona con fábricas de armas a otras entidades como el BBVA, el recién creado Bankia, la Banca March o la BBK. Entre todas las entidades financieras que aparecen en el estudio de Setem han aportado cerca de 2.000 millones de euros a 19 empresas de armamento “delicado”.El estudio saca una vez más los colores a un sector con muy “mala prensa” en los últimos años. La banca, y el sistema financiero actual, es una de las claves para entender las causas de esta crisis global. Y que los ciudadanos estamos pagando. Tras el estallido, los rescates millonarios con dinero público han permitido que hoy los altos cargos y los grandes accionistas vuelvan a ganar cantidades que son vergonzantes. Ya nada queda de la crítica al sistema financiero, de los aires de cambio y de aquellos sistemas de control público para que los bancos no cometieran más abusos.Y no contentos con haber provocado la crisis y haber llevado a la ruina a familias y empresarios por la falta de créditos, además, algunos bancos se dedican a financiar empresas de armas con el dinero de sus clientes. Por ello, ha nacido Banca Limpia. Una campaña para informar a la sociedad sobre qué hacen los bancos con nuestro dinero y exigir a las entidades financieras que dejen de financiar a los fabricantes de armas. Porque nosotros somos clientes pero no cómplices. Tenemos que gritar alto y claro que queremos una banca más transparente, un sistema financiero que piense en las personas… bancos éticos. Dejar claro que no con nuestro dinero.Ana Muñoz ÁlvarezPeriodista
Todo este comercio, o parte, se financia gracias a los bancos que deciden prestar dinero a los fabricantes de armas, como denuncia el estudio de Setem. Ocho de esos bancos, españoles, están relacionados directamente con la fabricación de, por ejemplo, las bombas de racimo empleadas en Libia. El estudio explica que, por ejemplo, Instalanza, empresa fabricante de este tipo de armas y con sede en Madrid, ha recibido financiación de Bankinter, Caja España, Caja Mediterráneo, Ibercaja, Banco Popular, Banco Sabadell, La Caixa y Caja Rural. El estudio también relaciona con fábricas de armas a otras entidades como el BBVA, el recién creado Bankia, la Banca March o la BBK. Entre todas las entidades financieras que aparecen en el estudio de Setem han aportado cerca de 2.000 millones de euros a 19 empresas de armamento “delicado”.El estudio saca una vez más los colores a un sector con muy “mala prensa” en los últimos años. La banca, y el sistema financiero actual, es una de las claves para entender las causas de esta crisis global. Y que los ciudadanos estamos pagando. Tras el estallido, los rescates millonarios con dinero público han permitido que hoy los altos cargos y los grandes accionistas vuelvan a ganar cantidades que son vergonzantes. Ya nada queda de la crítica al sistema financiero, de los aires de cambio y de aquellos sistemas de control público para que los bancos no cometieran más abusos.Y no contentos con haber provocado la crisis y haber llevado a la ruina a familias y empresarios por la falta de créditos, además, algunos bancos se dedican a financiar empresas de armas con el dinero de sus clientes. Por ello, ha nacido Banca Limpia. Una campaña para informar a la sociedad sobre qué hacen los bancos con nuestro dinero y exigir a las entidades financieras que dejen de financiar a los fabricantes de armas. Porque nosotros somos clientes pero no cómplices. Tenemos que gritar alto y claro que queremos una banca más transparente, un sistema financiero que piense en las personas… bancos éticos. Dejar claro que no con nuestro dinero.Ana Muñoz ÁlvarezPeriodista