En un día cualquiera podemos tomar más de 500 decisiones, algunas son cosas tan simples como elegir el color de la prenda que usaremos hoy, otras pueden marcar la diferencia entre llegar temprano o tarde a nuestro trabajo e incluso algunas pueden marcar nuestras vidas.
Tomar una decisión no siempre es algo sencillo, muchos menos en el caso de las decisiones que impactaran en gran manera nuestras vidas, pero no se puede evitar el acto de tomar decisiones, dejar las cosas al azar o permitir que otro decida por nosotros es algo que en la mayoría de casos terminara muy mal, pues la suerte no le sonríe a quien no se responsabiliza de su vida y los mal intencionados están siempre buscando un indeciso del que puedan abusar.
Somos afortunados cada vez que podemos decidir por nosotros mismos, nada peor que hacer algo contra nuestra voluntad, nada mas triste que depender de las decisiones de otros, hay muchas cosas que no podemos cambiar en este mundo, hay muchas decisiones que se toman sin nuestra opinión, no desaprovechemos esos momentos en los que nuestra opinión cuenta, no dejemos que otros tomen nuestras decisiones.
No hay que temer cuando tomemos una decisión, aun si la decisión fue equivocada no hay que lamentarse pues teníamos una buena razón para tomarla, las decisiones equivocadas son claves para adquirir experiencia, además lo cierto es que la gran mayoría de todas nuestras decisiones siempre serán acertadas porque solo nosotros podemos saber qué es lo que queremos y necesitamos.