Sé que les pilla justitos porque es esta tarde, pero tenía que contárselo por aquí a quienes siguen este blog. Por un lado, he de agradecer a la figura de Iván García, artista y activista, la forma tan elegante y original que tiene de trabajar por la libertad de todos y todas. Sigo un poco su trayectoria desde hace unos años y me parece admirable (es el autor del dibujo que se ha elegido para publicitar el evento, el diseño del cartel es de Dawit Kazuo). Por otro lado, es muy necesario seguir debatiendo sobre los sesgos, las injusticias, las desigualdades que hay en todos los ámbitos (entornos educativos y formativos, familiares, laborales, etc.) tanto en lo relacionado con las mujeres como con las personas LGTBIQA+, personas racializadas, personas, al fin y al cabo, discriminadas de muchos y diferentes modos en su día a día.
La ciencia no es una excepción, y desde hace un tiempo las personas que se dedican a la investigación y que quieren destapar estas situaciones de injusticia están levantando la voz para que se sepa que no podemos ignorar esta realidad. Un ejemplo de ello es la web ciencialgtbi.es, impulsada por Javier Armentia, a quien tengo el honor de conocer en persona desde hace ya algunos años.
También está en el equipo que ha puesto en marcha la iniciativa Prismaciencia, una asociación para la diversidad afectivo-sexual y de género en Ciencia, Tecnología e Innovación que se presentará el próximo 4 de julio (víspera del 5 de julio, Día del Orgullo LGTBIQ en Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), a las 11:00 en el Museo Nacional de Ciencia Naturales del CSIC (hay que inscribirse aquí).
Para terminar, un apunte sobre por qué creo que es importante el título del cartel, que reza "Por una ciencia feminista, queer y coplera". Aunque ustedes nos vean a Manuel González y a mí muy festivos cuando hacemos #Astrocopla (y aunque es verdad verdadera que lo hacemos porque nos gusta y lo pasamos estupendamente) no es menos cierto que subyace un compromiso social: el de hacer llegar la ciencia a cuanta más gente mejor. Hemos elegido la copla y el cabaret (a veces considerados "subgéneros" artísticos, asimilados históricamente por las clases marginadas como herramientas de protesta callada) para cantar y contar ciencia. Y lo hemos hecho casi sin darnos cuenta. Pero ahí está.
Confieso que tengo mucho que aprender. Siempre lo digo: soy un saco de sesgos andante. Sufro por ello. Lucho contra ello. Intento mirarme dentro y analizar el mundo que me rodea en su interacción conmigo (y al revés).
Por eso me llena de alegría seguir aprendiendo para seguir rompiendo barreras y sentir que la diversidad se aprecia y se percibe como algo enriquecedor y sano. Sobre todo sano.
Más información sobre el evento, proporcionada por la organización del mismo:*Por una Ciencia feminista, queer y coplera* Una visión crítica a la ciencia // La ciencia como espacio de resistencia - *Miércoles 26, a las 18:30h en el Espacio de Encuentro Feminista* (C/Ribera de Curtidores 2, Metro La Latina).
A pesar de que la ciencia y tecnología han sido y son espacios referentes de apertura y autocrítica, desde los feminismos, los movimientos antirracistas y LGTBIQ se lleva tiempo demostrando que ni son disciplinas libres de subjetividades, ni hay una igualdad de oportunidades real en estos campos.
Queremos hablar de estos sesgos, pero también resaltar que *la ciencia crea continuamente espacios y discursos con un gran potencial para promover la igualdad real dentro de nuestra diversidad.*
Porque la ciencia también es un espacio de resistencia que nos pertenece.