Por una promesa, construyó un Taj Mahal

Por María González Prieto @dibuperiodistas

Cuatro siglos después, otro Taj Mahal creado con mucho amor, pero con menos dinero.

Cuando la mujer del emperador Shah Jahan falleció en 1631, este mandó construir un descomunal palacio, contando con los arquitectos más destacados de la época y los mejores materiales. El conocido Taj Mahal, famoso por ser una de las maravillas de la humanidad.

Casi cuatro siglos después, otro musulmán, Faizul Hasan Quadri de 80 años, trabaja cada día gastando el dinero que ganó como funcionario de correos, para construir un mausoleo, de ladrillos y hormigón armado, en el que poder enterrar a su esposa.

Faizul y Tajammuli se casaron cuando él tenía 18 años y ella 15, y no volvieron a separarse. Como no tuvieron hijos, a la mujer le preocupaba que nadie se acordara de ellos cuando murieran. Este pensamiento a él se le quedó grabado en la mente…

Después de 67 años juntos, en el año 2010, su esposa falleció y Faizul se puso manos a la obra para cumplir lo que le había prometido: “Yo le prometí que si se moría cuando todavía estuviera vivo, construiría una tumba que la gente no iba a olvidar en años”, explica Faizul a EFE.

Sin conocimientos matemáticos ni de ingeniería, plantó los cimientos a tres metros de profundidad y comenzó la construcción de su ‘Taj Mahal’, utilizando hormigón armado y lo mínimo posible de ladrillo para evitar excederse del presupuesto. Pasaron los meses y los años, y conforme crecía su obra, sus recursos económicos terminaron de agotarse…

Su situación saltó a los medios de comunicación, llegando a oídos del gobierno de Uttar Pradesh, el estado donde se encuentra el Taj Mahal original, que le convocó para una reunión con intención de ayudarle, pero él calcula que con algo menos de 7.000€ (500.000 rupias) podría dejar su Taj Mahal terminado, ya que solo le falta colocar los mármoles, las plantas y el jardín que tanto ha soñado. Asegura que no necesita ayuda, que es joven y puede ahorrar el dinero que le hace falta, y que solo necesita cinco años más para terminarlo.

Faizul no tiene miedo de morirse sin terminar la tarea, pues ya ha logrado su objetivo. “En la vida hay muchos trabajos incompletos, yo me fío de él”, dice señalando al cielo.