Es el período de la historia de México que se corresponde con el gobierno del general Porfirio Díaz, quien ejerció una dictadura personal con el apoyo del ejército (1877-1911). Se caracterizó por el desarrollo del latifundio basado en la usurpación de las tierras de las comunidades indígenas en beneficio de los terratenientes. Concedió también concesiones, principalmente a empresas estadounidenses y británicas, para explotar los recursos naturales del país y los servicios públicos, en condiciones casi coloniales. A la sombra de la política de conciliación, las corrientes políticas fueron prácticamente eliminadas y la evolución cívica detuvo su marcha. La paz que estableció el porfiriato se fundamentó sobre una fuerte represión y la supresión de las libertades.