Hay gente que le gusta llevar la contraria solo por llamar la atención. Algunos de ellos dicen que leer en Twitter por listas es un vicio, un error, una des humanización de la conversación. A veces creo que son los mismos que dicen que no hay que poner reglas para crear cuando su mayor aproximación al arte fue dejar el coche a la vuelta de una exposición.
Armar listas es, en todo caso, una cuestión de agrupamiento de emisores y seguirlas, una práctica ordenada. Hace un tiempo empecé hablar de #BabyBits para referirme a los asistentes a mis clases, porque entendía que mi papel era el de acompañarlos en el pensamiento de gestión digital (aunque todavía no era una lista).
Hace algo mas de un año y medio la idea sí se torno lista, se volvió intima y pegada a mi pantalla. Entre quienes la componen, algunos solo asistieron a sesiones de Twitter. Otros, a sesiones o talleres de herramientas digitales. Unos cuantos han sido alumnos de postgrados de marketing digital, social media management y algunos de MBA.
Hay ausencias tambien. Entre quienes no figuran, van los que estuvieron en mis conferencias, ya que no tuvimos esa necesaria intimidad de reconocernos cara a cara para estar en una lista con semejante nombre. También había perdido alguna cuenta en el camino
Cuando cumplí los primeros mil miembros en la lista, les agradecí la oportunidad de compartir el camino. Un hito o un aniversario siempre es una buena excusa para un breve análisis.
Meta propuesta
La lista comenzó con una necesidad convertida en meta:
- Crear un foco de atención sobre el progreso de los asistentes a mis clases a través de una lista de Twitter. Mas allá de lo que opinen terminada una sesión, un curso, las notas, las calificaciones o el informe de la institución que posibilita la formación, la única verdad es la realidad como decía alguien que prefiero olvidar.
Objetivo logrado
Esa meta me llevo a definir acciones, una de las cuales fue incorporar la lista a una plataforma como Hootsuite para tener siempre presente.
- Lectura permanente de la lista vía Hootsuite, reemplazando el estudio periódico por la convivencia continua.
Resultado colateral
Aunque no lo tenía previsto, surgieron oportunidades de contactos cruzados en una comunidad naciente y necesitada de visibilidad individual y colectiva:
- 15% de seguimiento cruzado en la lista
- 25% de suscripción por los miembros
Retos lanzados y parcialmente cumplidos
- Que desarrollaran un protocolo de crisis y una guía de identidad: el 35% tiene un horizonte de tópicos homogéneos(temas) que se corresponden con su biografía (¡bien hecho!)
- Que su proyecto empresa no se comiera a su marca personal: el 22% tiene dos cuentas de Twitter, una profesional y otra de empresa.
- Que crearan un vídeo o serie de ellos para ampliar la biografía: me han compartido 312 vídeos (algunos mas personales y otros, mas corporativos)
- Los 312 vídeos fueron hechos sin distinción evidente de profesiones, género o edad.
- Que hicieran de aquellos, su forma de expresarse públicamente: de los 312 vídeos, apenas 21 son públicos y no de acceso parcial o restringido.
- La forma pública de compartir los vídeos tampoco obedece a una distinción de profesiones, género o edad.
Conclusiones
Al ser Twitter una plataforma de visibilidad total, la transparencia resulta una necesidad práctica mas que una virtud, con lo que el reto de la expresión audiovisual que me parecía natural, ya lo tomo como una barrera cultural. Fuera de ello, el trabajo de crear, mantener y leer la lista está mas que compensado por lo que significa el incremento de conocimiento de una comunidad dada, las posibilidades transversales que comentaba y por la posibilidad de difundir de forma transparente el resultado del trabajo hecho.
Con lo que, recomendación final: sé listo, haz listas