En más de una ocasión os he comentado que lo que más me gusta cuando maquillo o me maquillo es trabajar la piel y ese ideal que perseguimos de piel perfecta. Y digo espejismo porque para cada una el ideal de la piel perfecta cumple unos requisitos: para unas será una piel de porcelana, mate y sin una marca y para otras será una piel natural, jugosa y que deje entrever unas sugerentes pecas.
Cuando se trata de mi rostro soy muy fiel, me cuesta mucho incorporara a mis indispensables una base que reúna varios aspectos pero después de más de 6 años sin ser fiel más que a las acostumbradas para mi, este septiembre incorporé a mi neceser ésta de Esteé Lauder de su gama Double Wear en su versión más ligera - Double Wear Light- apta para todo el año y perfecta para las épocas estivales y para las que no quieran renunciar a una base pero tampoco se resignan a dejar de sentir su piel o lo que es peor, asfixiarla bajo capas y capas de maquillaje. He hablado mucho de ella en mis círculos más cercanos y se que he sido la artífice de que alguna amiga y clienta que otra la comprara con los ojos cerrados pero quiero haceros una revisión más profunda de ella ya que es mi base favorita desde que la he probado a fondo durante siete meses.
Double Wear Light es una base que promete hasta 15 horas de duración, estaríamos hablando de lo que supone una jornada de trabajo añadiéndole un afterwork y cenita con amigos hasta una hora prudente. En mi caso no he llegado a completar esas 15 horas pero si que he llegado a las 12 con resultados muy prometedores, incluso caminado varias horas, con lo que éso supone y un largo día de trabajo por medio. Contiene un tímido SPF10, con lo cual a la hora de fotografíar no nos va a presentar mayor problema, pero si que le echo en falta que doblase al menos ese número, en mi caso prefiero protección solar a salir más o menos blanquecina en la foto.
Es oil free así que no vamos a sentir que se nos derrite en el rostro como por ejemplo le ocurre a su hermana mayor DoubleWear a secas al cabo de un par de horas. Libre de fragancia, cosa que también se agradece si la comparamos también con DW ya que hay olores que matan. Su packaging es manejable ya que se presenta en un tubo de 30ml del que podremos aprovechar hasta la última gota de producto y del que además se puede controlar fácilmente la salida de producto sin que se desperdicie nada. Viene termosellada para mayor higiene hasta el momento de su uso. Muchos, muchos puntos a su favor.
Lo que realmente adoro de esta base es que no tienes preocuparte de ella, es realmente como dice en su packaging una base "Stay in place" y se siente realmente ligera y confortable en la piel, como si no te hubieses puesto nada. De cobertura media aporta un resultado muy natural, no obstante si necesitas más cobertura la puedes modular y aplicar incluso tres finas capas de producto allá donde lo necesites sin que el resultado sea evidente. Astringe un poco a las pieles mixtas-grasas, así que si eres una piel seca esta base no sería mi primera opción para aconsejarte, pero si te gusta vale con que tu rutina de hidratación y nutrición sea la correcta para que tu piel no se vea afectada.
La forma en la que más me gusta aplicarla es con una brocha plana para mayor cobertura o con una esponja tipo blender para un acabado más etéreo. En cuanto a los colores deciros que Lauder en esta base trabaja por intensidades y dentro de ellas hay varios subtonos. La mía es 2.0 y equivalgo a NC20-25 con tendencia a oxidarme a la velocidad de la luz.
Para ver cuales son los tonos que más se adaptan a vosotras os recomiendo acudir al Foundation Matrix de Temptalia y una vez que lo tengáis ubicado siempre probadla unos días mediante las muestras que os proporcionen en el stand de Estee Lauder.
Habéis incorporado alguna nueva base a vuestros imprescindibles???
Hasta pronto!!!