También para Loris Malaguzzi los niños aprenden y conocen transformando el entorno y todo lo que hay en él tienen que encontrar un sentido a lo que hacen porque no hay aprendizaje sin emoción. Los niños construyen el conocimiento interactuando con otros niños y con el adulto. Y una parte importante de esta interactuación se hace a través del lenguaje en todas sus modalidades y sin olvidarnos de la parte afectiva que influye en todas las demás.
Desde nuestra experiencia como docentes sabemos que los niños-as tienen una gran necesidad de comunicar sus emociones y vivencias y lo vemos con claridad cuando observamos su juego y sus expresiones artísticas. A los niños-as lo que más les interesa no es el producto creado, sino experimentar el placer de expresarse a través del arte. En definitiva, no es el fin, sino el medio de expresión lo más importante para ellos y que también debe ser para nosotros maestros-as, porque desde el punto de vista constructivista del ser humano: conocer es construir, no reproducir.
“ Para estos aprendizajes se precisa de una serie de procesos mentales como pueden ser el análisis de los elementos que vemos, la selección de unas características frente a otras, estar atentos, diferenciar y comparar, poner nombres, memorizar y tomar una decisión sobre el elemento, objeto o cuestión que estamos analizando. Toda una serie de procesos mentales básicos se ponen en acción.” Rita Noguera