Porque hay gente que lo lee

Por Aceituno

Me llegan muchos mensajes de ánimo al blog, todos ellos sinceros, realistas y muy conmovedores porque provienen de gente que no conozco. Debo decir que estos mensajes son una brisa de aire fresco, de verdad, lo son y en un día horrible de calor asfixiante supondrían un alivio notable. Lo malo es que yo no estoy en un día de calor espantoso: estoy en el mismo infierno.

Con esto no quiero decir que esos mensajes de ánimo no sirvan para nada. Sirven, claro que sí. Sirven para que me de cuenta de lo mal que estoy, sirven para darme la oportunidad de agradecerlos, sirven para darme un leve empujoncito de cara al blog de mañana, porque siempre se trata de mañana, de ver el mañana y de vivirlo, de estar aquí, presente, un día más. Y sirven, también, para alimentar mi ego. Esto es más importante de lo que parece porque el hecho de tener puesto el puto drenaje hace que esté algo así como disminuido ya que hay un montón de cosas que no puedo hacer y sentir que lo que hago, lo hago bien y llega a conmover a gente que no me conoce, es fantástico.

Así que bueno, con estas reflexiones arranca un nuevo lunes. Algunos ya sabréis por entradas anteriores que a mí los lunes no me suponen nada especial, en todo caso siempre me gustaron, así que si sois de los que odian todo aquello de la vuelta al trabajo y el inicio de la semana y realmente odiáis los lunes, pues nada, mucho ánimo desde aquí que ya queda menos para que sea martes.

Un día más, de eso se trata, de estar aquí mañana y poder hacer una más, uno más, poco a poco, sin detenernos y sin mirar atrás, con solidez y franqueza, sin nostalgia y con la mirada bien firme, orgullosa de lo que ha visto y sin miedo a lo que verá, con la cabeza bien alta y el corazón en estado de alerta porque el amor, finalmente, es el motor fundamental y más poderoso que existe. Aquello de que el amor mueve montañas no solo es una frase hecha: es, ante todo, una frase sincera. Solo quien ha estado al límite o cerca de él, alcanza a vislumbrar el verdadero poder que tiene el amor. Por suerte yo de eso tengo mucho y, sin duda, es lo que me mantiene con vida.

Las imágenes de hoy son fotografías cotidianas, sin más gracia que esa, adecuadas (creo yo) para un lunes cualquiera en una ciudad cualquiera, en un blog cualquiera de un tipo cualquiera, que escribe porque hay gente que lo lee.