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Porqué lo llaman amor cuando quieren decir hiperglucemia

Publicado el 13 febrero 2018 por Esti @estipuntobpunto
Primicia mundial. Mañana es San Valentín.
Los que estéis arrejuntados/ennoviados/casados habréis comprado ya algún detallito de gusto exquisito. O no. Me imagino a ese pobre diseñador que ya no sabe cómo ingeniarselas para crear otro corazón-joya más, ¿dos medios corazones en forma de pendientes?, ¿corazones con la palabra amor grabada en varios idiomas?, ¿corazones con corazoncitos dentro?
Hay parejas cuya relación es más empalagosa que el catálogo de San Valentín de Tous. Confunden el amor con cursilería o, directamente, con el mal gusto. Claro que en el siglo XXI, si se presume de abdominales en instagram, ¿por qué no presumir de amor? No se va a exhibir un amor cotidiano de tú te duchas y yo entro y me lavo los dientes y se me escapa un cuesco y no pasa nada porque la confianza está precisamente para ocasiones así. No. Ése no es el amor de las redes sociales. Hace falta ponerle filtros. Mejor, hacer montajes:
Porqué lo llaman amor cuando quieren decir hiperglucemia Un día te pones a trastear con el Paint y pasa lo que pasa.
O mejor aún, dar una exclusiva a la revista en la que todos los reportajes son excepcionales: el Hola. Ellos son unos expertos en filtros y photoshop y, de paso, te pagan el viaje a la ciudad del amor qué más te apetezca: Venecia, París, Florencia...
Pedro Jota (¿de qué es la Jota? ¿Jesús?, ¿Jorge?, ¿Jerónimo?) se ha casado con Cruz Sánchez de Lara (abogada de campanillas) y ha optado por esa opción. De paso cuenta cosas como ésta: "tengo la sensación, refutando la famosa cita de Mirabeau, de que Cruz y yo hemos llegado a orillas del Orinoco dispuestos a fundar una sociedad nueva":
Porqué lo llaman amor cuando quieren decir hiperglucemia No es el Orinoco, es el Arno.
Qué foto tan irreal. Y no por el uso del blanco y negro que convierte a cualquiera en estrella del Hollywood clásico sin ser él/ella nada de eso, ni tampoco por esas sospechosas gafas de sol en pleno invierno. No. Nadie puede llevar taconazos en Florencia. Yo lo sé bien, porque yo estuve en Florencia, no sé si lo he comentado alguna vez... Además de estatuas de bellos efebos, Florencia está llena de adoquines, piedras sueltas, alcantarillas tochas. Pasear por ahí es un peligro.
Pedro Jota concede la exclusiva de su amor en las calles de Florencia no al Hola sino a Harper's Bazaar. Pero cualquiera lo diría, es todo muy Hola style: esas frases rimbombantes de "un reportaje gráfico sin precedentes" o "un histórico reportaje", esas poses todo naturalidad, esa ropa de ir a la ópera... Para diferenciarse de LA revista en Harper's Bazaar se han descolgado con un video:

Ver este video hasta el final os provocará: A. una hiperglucemia o B. un ataque de vergüenza ajena incontrolable. No pasa nada, ya estoy aquí para haceros un resumen de sus mejores momentos. Pedro Jota habla como si en vez de leer a Maribeau (sea quien sea el tal Maribeau) hubiera leído muchos cuadernos de Mr Wonderful, por eso dice que "la felicidad es un derecho del ser humano" o que "el último día juntos siempre es el mejor".
Mientras, Cruz habla de Pedro como si en vez de ser su pareja fuera su mentor en una incubadora para emprendedores: "fomenta el talento en todos los aspectos de su vida", "soy la segunda persona del mundo a la que más exige, la primera es a él mismo", "la vida con él es una vida de continuo aprendizaje".
Y vosotros, ¿también sufrís un Pedro Jota cuando os enamoráis y os convertís en alguien cursi y empalagoso?, ¿o veis en todas estas exhibiciones mucha ostentación y poca verdad?, ¿qué pareja dulzona como el algodón de azúcar os saca más de vuestras casillas?

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