Todos en algún momento hemos visto la película en donde dos personas se enamoran y son el uno para el otro y por consiguiente son felices de por vida o la película donde el protagonista puede cumplir sus sueños sin casi ninguna adversidad en el camino, los cuentos de niños son aún más fantasiosos, en la actualidad pocas moralejas tienen y solo le hacen ver a los chicos una historia de fantasía donde todo parece perfecto; Pero lo cierto es que en realidad nada es así, el amor tiene muy pocas probabilidades de que sea de por vida y no siempre es felicidad, muchas veces el amar a una persona trae más lamentos que alegrías, lo sueños se pueden cumplir pero ¡hay que comer mucha pero mucha mierda! para lograrlo, todo lo que implica esta vida requiere de esfuerzos que no los enseñan en las historias fantasiosas que nos muestra la industria del entretenimiento.
La fantasía nos puede ayudar a soportar un poco la realidad pero mucha fantasía solo hace que nos sea más complicado adaptarnos a los retos de la vida real, antiguamente los cuentos no siempre tenían finales felices, las historias mostraban más sacrificios por parte de los protagonistas, no se creaban ilusiones se preparaban historias para saber enfrentar las adversidades.
Somos una sociedad de personas débiles, hoy en día todos nos traumamos por maricadas pero hace años la gente tenía una vida mucho más dura y no se complicaban tanto como nosotros, quizá es porque ellos no crecieron viendo tantas series de Disney, quiza porque ellos desde mas jóvenes comprendían bien que la vida no es un cuento de hadas.