¿PORQUÉ VINIMOS A ESTE MUNDO?
A veces, me pregunto por qué vinimos a este mundo lleno de confusiones, dudas, ilusiones, sueños, amarguras, amor?, o tal vez tiene que ver con nuestra esencia exploradora, los seres humanos tendemos a imponernos interrogantes cuyas posibles respuestas pudiesen ayudarnos a comprender la razón de nuestra existencia, de su origen y su destino.
Cada uno en la vida nace con una misión, una meta la cual se establece desde el momento en el que eres tan sólo un feto dentro del vientre de tu madre; a lo largo de tu desarrollo y al paso de los años vas adquiriendo experiencias, que te dan la habilidad y la fortaleza de hacer frente a las pruebas que la vida te impone, retos que debes asumir con mucha voluntad, determinación y decisión.
Sin embargo, sin caer en profundidades, uno sabe por su vida diaria, que existimos por una razón así como para nuestra familia donde entregamos todo el amor y dedicación sin importarnos nuestras propias necesidades, incluso con nuestro cuerpo quien lucha incesante de una delicada enfermedad y todo por hacerlos feliz y es en este punto que te das cuenta de cuál fue el objetivo de tu vida, o por qué razón yo viví mi vida de esa manera y te queda o dejas una enseñanza; pero lamentablemente nos olvidamos de vivir nuestra propia vida y sin darnos cuenta alcanzamos hasta la muerte.
Si hemos alcanzado nuestros objetivos y metas, nuestras almas irán ascendiendo a planos donde la vida es más evolucionada y se manifiesta en otro confín del universo, en realidad todo se trata de superarse a sí mismo e ir evolucionando infinitamente hasta ser totalmente puros.
A veces sin saber por qué la vida nos da la oportunidad de conocer a personas que sin tener mucho tiempo de conocerlos, nuestros destinos están ligados por los lazos de una gran simpatía, para aquellos cuyas sonrisas y bienestar sustentan totalmente nuestra propia felicidad.
Estas líneas me inspiraron a reconocer que hay personas que vinieron a este mundo a cumplir una misión, me refiero a una amiga a quien agradezco a Dios por ponerla en mi camino y darme la oportunidad de conocerla aunque por un tiempo muy corto, fue suficiente para apreciarla, admirarla y quererla por su
fortaleza, su alegría que nos contagiaba a todos; me refiero a Carmary, gran amiga, no digo amiga, diría hermana de Norai quienes eran inseparables, emprendedoras, se ayudaban en las malas y en las buenas, disfrutaban cada minuto, siempre con la alegría que la vida les proporcionaba, eran unidas que cariñosamente la llamaba mi ami, así conocí a Norai por medio de la simpatía de Carmary quien lamentablemente ya no está con nosotros. Ahora sé que el amor que Carmary sentía por todas las personas que la rodeaban, sus dos hijos, su nieto, sus padres, sus hermanos y amigos, luchó por la felicidad de todos hasta el final dando todo por el todo a cada uno de nosotros.
En mi caso digo nosotras y me refiero a Norai y yo, que ha crecido una gran amistad tanta que a veces me dice que tengo muchas cosas de Carmary, siempre alegres, positivas, emprendedoras y sobretodo un gran cariño, es tan así que nos decimos clon, pues tenemos los mismos ideales y una conexión inexplicable. Tengo la certeza que nuestra amiga nos unió pensando en su hermana, como se denominaban, dejándome como amiga muy parecida a ella, siempre pensando en todo; amistad que nos favoreció a las dos, ya que nos dejó tan unidas e inseparables. Sé que Carmary cumplió con su misión, una meta ejecutada y sé que se fue feliz de este plano, y lo seguirá siendo desde donde esté.
Con estas líneas muy sentidas quiero honrar la memoria y amistad de Carmary quien se merece recordarla con mucho amor por siempre. Sé que hoy estas en un lugar muy especial juntito a Dios.
Aron…