El otro día me preguntaron por millonésima vez si “esto del pañuelo” era algo que hacía habitualmente. Como tenía el día comunicativo comenté las ventajas que tiene el uso de un portabebé ergonómico para mí (ya os las conté en este otro artículo). Lo más gracioso es que mientras me daban la razón me espetaron que ya podía tener cuidado de no tener otro hijo porque a ver qué iba a hacer entonces con el que llevo “puesto”.
A ver, no es que esté pensando en tener otro hijo, nada más lejos de mi intención, pero bueno, nunca está de más recordar que también podemos portear durante el embarazo. Al fin y al cabo ahora lo primero que oímos es “No cojas peso” pero quien no puede elegir, sigue haciéndolo y en condiciones mucho más extremas.
fulares portabebes porteo embarazo
Para seguir llevando tu vida normal (y en esa normalidad se incluye desde portear a irte a spinning) debes tener un embarazo normal. Si tienes historial de embarazos de riesgo es mejor que esperes a una confirmación médica de que todo está bien.
Lo segundo es escuchar tu cuerpo. Hay que estar atenta a las señales que nos manden nuestras rodillas, nuestra espalda, a si tenemos contracciones o si nos notamos sin aire o más cansadas de lo habitual. No tiene que importar parar o pasar el testigo a nuestra pareja.
Y lo tercero es que hay que tener más cuidado del habitual con las caídas y las posturas forzadas. Nuestro centro de gravedad cambia durante el embarazo y debemos tenerlo en cuenta.
Hay que saber qué portabebé o anudado usar en cada momento. Al principio del embarazo pueden resultar cómodos aún los nudos delanteros. Sin embargo hay que evitar los nudos que carguen peso en la cintura para no forzar el abdomen y el periné, no hay que olvidar que los problemas del suelo pélvico se intensifican con los embarazos. Así pues los nudos indicados son los que cargan el peso sobre los hombros, como el canguro, aunque al ser nudos en los que el niño queda más alto nos pueden dificultar la visión.
En esta etapa es posible llevar al niño a la cadera, tanto anudado con un fular y un nudo asimétrico como una bandolera o pouch. Sin embargo al repartir el peso de forma menos eficaz es posible que nos cansemos mucho antes de lo que nos gustaría.
Cuando la tripa empieza a ser de un volumen considerable llevar un cangurito delante o en la cadera deja de ser recomendable, además de lo incómodo que puede resultar es un peso extra presionando sobre el útero. Es el momento de pasárnoslo a la espalda.
Si somos novatas en portear a la espalda es mejor ir probando con anterioridad, para que no nos resulte demasiado estresante, así nos evitamos nuestro propio nerviosismo y el del niño, que se refleja en nosotros.
fulares portabebes porteo embarazo espalda
Da igual el tipo de portabebé que utilicemos, siempre será preferible un nudo que no acabe en la cintura (como la doble hamaca), finalizar nuestro nudo por encima de la tripa (con el acabado tibetano o ayudándonos con una anilla) o que vayan por debajo, pero deberemos evitar en todo momento atar en la cintura para que la tela no presione.
fulares portabebes porteo embarazo espalda didymos
Si nuestro niño es mayor y le gusta subir y bajar, podemos incluso utilizar una mochila colocándonos la parte de la cintura por debajo de la tripa, evitando así las molestias ocasionadas por el cierre e incluso que se pueda deslizar hacia abajo.
fulares portabebes porteo embarazo espalda mochila
Con estas indicaciones y sentido común podrás portear durante el embarazo sin ningún problema, así que disfrutad del porteo doble “interno”