Esta semana tenemos un artículo de Martín Miguel, que nos habla del destino paradisíaco que es Porto de Galinhas, en Brasil. ¡Espero que os guste! Para empezar el año me parece perfecto hablar de un lugar idílico al que realizar un viaje…
Disfrutar de la playa por la madrugada, como si fueran las 3PM, es alguna de las cosas que convierten a Porto de Galinhas en uno de los mejores destinos de Brasil.
De hecho, cuando uno busca información en internet sobre este pequeño pueblo ubicado al Nordeste de Brasil y al sur del estado de Pernambuco, lo primero que se observa es que desde hace muchos años es elegida como la mejor playa del país tropical.
Seguridad e infraestructura son las claves. Sobre la primera diremos, a modo de ejemplo, que es posible estar en la playa con la sola presencia del mar y la luz de luna sin temor a que algo o alguien arruine nuestras vacaciones. Mientras que su infraestructura cubre todas las necesidades de turistas, viajeros y empresarios en lo que se refiere a alojamiento, gastronomía, servicios y actividades de todo tipo.
Pero además de sol, palmeras y arena, al llegar al centro de la villa es imposible no sonreír ante esa natural y fabulosa tarjeta postal. Palmeras y pequeños barcos de todos los tipos y colores decoran y dan un toque mágico a la playa principal, famosa por sus piscinas naturales y arrecifes de coral de aguas calmas y transparentes.
Más al norte (a diferencia del centro las playas están prácticamente desiertas, rodeadas por resorts y hoteles de lujo) se destaca la playa de Muro Alto con sus románticos restaurantes a orillas del mar.
Al sur la atmosfera es algo diferente, ya que grandes olas como las de la playa de Maracaípe albergan gran cantidad de surfistas y son el sitio preferido por jóvenes y grupos de amigos.
Y a su lado, el Pontal de Maracaipe, es el punto de encuentro entre río y mar, lugar en el que además de realizar un turismo diferente y algunos deportes extremos se puede visitar la famosa reserva de caballos de mar (hipocampos).
Con todo, estas descripciones acompañadas de altas temperaturas durante todo el año son algunos de las razones por las cuáles inolvidables noches de luna, amaneceres y puestas de sol permiten que en el lugar se respire ese particular y eterno verano. Postal casi perfecta que se hace realidad.
Si os ha gustado el artículo y tenéis ganas de v isitar este magnífico lugar, podéis reservar vuestro hostal en Porto de Galinhas y empezar a planear vuestro viaje…
Gracias por las fotografías en Flickr a Marilane Borges, Wagner T. y Os Rúpias.