Cuando Aura y Efraín llegaron hace más de veinte años a San Felipe, en Yaracuy, no sabían que ese nuevo hogar que estaban construyendo, alejándose del agite caraqueño, lo convertirían en posada un tiempo después. La historia la cuentan entre risas y recuerdos y se sabe que el camino no fue fácil, pero no faltaron las ganas, la perseverancia y el amor por la tierra que los estaba recibiendo.
Fue así como en su propia casa acondicionaron dos habitaciones para comenzar. Ya tenían la piscina, abrieron espacio para un restaurante y así, sin darse cuenta, se vieron cocinando, atendiendo mesas y cuidando los detalles de todos los espacios. Con el tiempo, sembraron sus propias plantas, llenaron de verde cada rincón. De los árboles cuelgan limones, naranjas, mandarinas. Ya tienen espacio para un spa.
Hoy, la posada Granja Momentos tiene siete habitaciones amplias y cómodas, con aire acondicionado, agua caliente y televisor (aunque lo ideal sería desconectarse del todo). Las hamacas cuelgan en las terrazas, las mandarinas y el agua fresca son la bienvenida a los cuartos. Todo está limpio, cuidado, pensado. Sus creadores no dan espacio a la improvisación.
La piscina quizá sea el lugar hacia donde más se desvían las miradas: es de agua de manantial, tiene una cascada pequeña que, de solo escucharla relaja y está rodeada de mucho verde. Es buena para el descanso. El restaurante -que también está abierto al público para desayunos, almuerzos y cenas- ofrece una carta muy amplia y además, forma parte de la Ruta Gastronómica de Yaracuy, así que pueden degustar platos de la región como los Bollitos pelones sanfelipeños (con carne y cerdo), Falda nirgüeña, Sopa de quinchoncho (un tipo de grano), Manjar de naranja o el Cacuy, el coctel de la ruta hecho a base de cacao y cocuy. Un área del restaurante, rodeada de mandalas, da hacia el verde y la brisa y otra es cerrada, con aire acondicionado, por si los comensales prefieren disfrutar de otro ambiente.
La posada Granja Momentos está subiendo por la montaña, en algún punto del Parque Nacional Yurubí. Invita al descanso, a apreciar la artesanía y llevarte un recuerdo de su tienda, pero también le sugieren paseos y actividades a sus huéspedes para que la visita sea completa, para que se vayan sorprendidos del cobijo que da Yaracuy a los que deciden quedarse algunos días conociendo sus tierras.
PARÉNTESIS. Para saber precios, ver más fotos de la posada o reservar, pueden consultar en su página web. Y no dejen de leer este post sobre algunas cosas que pueden ver y hacer cuando estén de visita en Yaracuy.