La película en si no vale mucho, y no tiene otra intención, nada más que servir a los fans de este actor, y poder reirse de si mismo. El actor fetiche de Sam Raimi, construye una película con todos los tópicos de las películas que ha protagonizado, en clave de comedia.
Las escenas de acción, no están muy conseguidas, pero hacen sonreir, ya que parecen hechas a idea. Los actores, son también bastante malos, pero pasa lo mismo que con las escenas de acción, la sobreactuación, parece convenida. Y si hubiera contado con algo más de dinero, la película podría haber quedado muy bien, incluso parecer uno de los rescatados programas dobles de Grindhouse. Una lástima, tan solo se quede en ser un vehículo para el lucimiento de su protagonista, y dar algo nuevo a os fans.
Reconozco que si no eres fan de Bruc Campbell, te abstengas de ver la película, pero si te gustó Posesión infernal, Terroríficamente muertos, o El ejercito de las tinieblas, aunque esta no llegue a la altura de ninguna de las tres, sin duda esta te gustara.