Una vez asumido que el remake del clásico de Sam Raimi a manos de Fede Álvarez es fácilmente mejor que la original, no era del todo difícil que esta nueva entrega de la saga de Posesión infernal fuese buena, pero claro la de 2013 es tan buena que el listón se marcaba muy alto. Afortunadamente esta nueva entrega a manos de Lee Cronin no solo está a la altura de su espectacular predecesora, sino que es sorprendentemente muy buena.
“Aquí hemos venido a jugar” o al menos eso parece haberse marcado como objetivo Lee Cronin al asumir el relevo de esta franquicia tan querida como terrorífica. Esta nueva entrega bajo el subtítulo de “el despertar” nos presenta a un grupo de campistas en un lago que no sabemos cómo se han debido topar con el Necronomicón, conocido como el libro de los muertos que desata al demonio Kandarian, una fuerza del infierno capaz de destruirlo todo y por supuesto a todos. Esta secuela directa (o recuela como comentan en Scream) de la extraordinaria nueva versión de 2013 cuenta cómo el libro maldito llega a manos de una familia y cómo la destroza por completo a la vez que desata un nuevo episodio de terror sobre la faz de la humanidad.
La película está estructurada en tres portentosos actos divididos en tan solo una hora y media que funciona a modo de atracción de feria de montaña rusa del terror. Una vez la película ha comenzado, ya el espectador no tiene escapatoria, el estruendo y el horror son desatados en una película ejemplar que funciona como secuela perfecta y como episodio de una franquicia que solo acaba de empezar a demostrar de lo que es capaz. Un uso acertadísimo de los jumpscare, junto a una banda sonora absolutamente incómoda a manos de Stephen McKeon gestan el ambiente de pesadilla perfecto. Sentirás que no puedes apartar la vista de lo que está ocurriendo en pantalla y tampoco podrás escapar de ella porque es tan endiabladamente entretenida, como explícita y extraordinaria.
Posesión infernal: el despertar traslada el horror de la cabaña del bosque a un bloque de edificios del centro de la ciudad en donde lo que se desata en casa de la familia protagonista, arrasará con todo lo que le pille por delante haciendo un uso increíblemente bueno de los espacios comunes como los pasillos o el ascensor. Unos escenarios que evocan el recurso de películas tan atinadas como Rec de Paco Plaza y Jaume Balagueró o la excelsa El resplandor del maestro Kubrick. Cronin no tiene problema en rendir homenaje a títulos del terror que le gustan y en inspirarse en géneros como el terror indonesio para componer una obra de terror absolutamente desagradable y personal.
El uso de la comedia negra está presente, porque ante todo esta entrega es divertida, pero una atmósfera malsana y repugnante impregna maravillosamente todo el conjunto dando como resultado una perfecta película de terror y ante todo una perfecta secuela de Posesión infernal, demostrando así que Warner tiene bajo la manga una franquicia capaz de hacer mucho dinero porque tiene todos los elementos para encantar al gran público ávido de un terror que afortunadamente no es para niños, sino para adultos. Algo que por otra parte es de agradecer.
Posesión infernal: el despertar es una atracción de la que no querrás salir, adrenalina pura en una hora y media que se pasa como un tiro con algunas escenas construidas para dar auténtico terror. Todo más que bien en esta nueva entrega tan llena de lugares comunes en el género del terror como de momentos disfrutables que te harán chillar en tu butaca. Una auténtica delicia para los fans del terror y una de las mejores películas de terror de las últimas dos décadas. Una secuela de esas que crean escuela.
Título original: Evil Dead Rise Director: Lee Cronin Guión: Lee CroninMúsica: Stephen McKeon Fotografía: Dave Garbett Reparto: Lily Sullivan, Alyssa Sutherland, Morgan Davies, Gabrielle Echols, Nell Fisher Distribuidora: Warner Bros. Pictures Fecha de estreno: 21/04/2023