"Sin desviarse de la norma el progreso no puede avanzar, pero ningún placer parece que dure lo suficiente. Si sigo aquí, tumbado en el parque, me da la impresión de que no me pierdo ya nada".
Y el huracán de Zaragoza volvió, otra vez, en tiempos de crisis para darnos un toque y pedir que mantengamos los ojos abiertos y sigamos despiertos, como ya hiciera en "Palosanto" (2013) o en "Expectativas" (2017). En esta ocasión se trata de una crisis sanitaria, aunque en el fondo ha puesto de manifiesto que seguimos inmersos en una crisis política, económica, social y medioambiental.
Pero vamos a dejar de lado al maldito virus y a centrarnos en "Posible", el último disco de un Bunbury que sigue empeñado en mostrar que es uno de los grandes, que le sobran argumentos para rebatir a todos aquellos que no le tienen en gran estima y que el rock & roll de este país sería mucho menos sin la presencia del artista maño. Y a mí, como siempre, admitiendo que no puedo ser muy imparcial con Enrique Bunbury, no me queda otra que volver a quitarme el sombrero una vez más.
Como comentaba, "Posible" posee alguna conexión con "Radical Sonora" por su sonido electrónico, pero lo cierto es que, aunque Bunbury haya optado por el uso de sintetizadores y echado mano de ordenadores, tiene muy poco de música electrónica. Alguno podrá pensar que eso no es cierto, que las guitarras y el bajo están en un discreto segundo plano y que apenas suena a rock & roll, pero es que esas guitarras y ese bajo, como el saxofón, los teclados y la batería o la percusión, acaban formando parte de un todo perfectamente integrado. Además, han transcurrido 23 años desde su debut en solitario y Bunbury tiene ahora un bagaje que no poseía entonces y esa experiencia también se percibe en el excelente sonido y producción de "Posible".
De hecho, la canción que inaugura el disco, "Cualquiera en su sano juicio (se habría vuelto loco por ti)", es una muestra de todo lo que contiene y podremos encontrar en "Posible"; tintes oscuros, rock subterráneo y latente que se percibe bajo las melodías electrónicas, letras redondas repletas de frases para enmarcar y sobre las que reflexionar, y una factura sonora y visual exquisita.
Habitualmente Bunbury no deja indiferente a nadie, no es un tipo de medias tintas y la crítica con él suele ser de blanco o negro, prácticamente sin existencia de tonos grises, pero me atrevería a decir que con "Posible" eso no va a suceder y que las opiniones serán bastante unánimes: "Mientras ladran saben que cabalgas, si permanecen indiferentes es que algo habrás hecho mal", dice en una de sus nuevas canciones. Y aunque criticar siempre es más fácil y en este país es casi un hobbie, conviene recordar que la búsqueda constante de Bunbury, sus afán por seguir arriesgando, sus coqueteos con diferentes corrientes musicales, su reinvención casi constante, su aprendizaje y su apetito por alcanzar nuevos territorios son cualidades que escasean hoy en día. Y es de agradecer.
Además, encontraremos influencias y guiños a su querido y admirado Nick Cave, a David Bowie, a Depeche Mode, a Radiohead e incluso a Christopher Nolan, sí, al director de cine, en la canción "Mis posibilidades (Interstellar)".
Lo he dicho un poco más arriba, pero lo repito, "Posible" es uno de lo discos más completos de Bunbury y aunque aún sea pronto para catalogar alguna de sus canciones con la etiqueta de clásico, estoy convencido de que varios de los cortes de "Posible" alcanzará las cotas de popularidad y reconocimiento que han logrado otros éxitos de Enrique Bunbury. Al tiempo...
VALORACIÓN: 8'5/10