He elegido una de sus preguntas para responder en esta sección, ya que no me gusta repetir tags y el liebster lo contesté al poco de abrir marKapáginas.
La Pregunta:
¿Crees que podrías diferenciar el trabajo de tu autor favorito si su próximo libro lo escribiera alguien en su nombre?
Tal y como dejé caer en la pregunta de por qué en la ficha no aparecen los datos de la editorial pero sí el número de páginas, el texto recibe siempre mi más completa atención por encima de otras consideraciones, entre ellas, el propio autor.
Así que creo que no notaría mucho la diferencia. En primer lugar por que no tengo un autor favorito, y en segundo, son pocos los autores de los que he leído casi toda su obra o por lo menos tanto como para estar familiarizada con su forma de escribir, teniendo en cuenta de que no la cambien.
Así que honestamente, no me doy cuenta de cuando un autor "tiene" uno o más negros o escribe bajo pseudónimo. El único caso en el que lo dije medio en broma medio en serio ha sido con la saga de canción de fuego y hielo de George R.R. Martin cuando digo que su negro no se ha leído los tres primeros; y es que - para mi- el bajón de los dos últimos libros no se explica si no es pensando que otra persona los ha escrito sin importarle el carácter de los mismos.
Por otra parte, aunque conozco la figura del negro literario o escritor fantasma, y que sé que se utiliza más de lo que creemos, e incluso que autores consagrados admitan que "escriben" así ; y no sólo eso, si no que en ocasiones se sabe quienes son esos negros con nombres y apellidos (ya que también publican con su nombre), siempre pienso que el autor del texto es el que aparece en la portada. Tal vez sea pecar de ingenua, como pensar de primeras que la gente es buena. Es algo que aunque sepas que no tiene porqué serlo, confías siempre en que así sea.
Lo dicho, que cuando leo me centro en la historia. ¿Cómo es vuestro caso? ¿Habéis pensado alguna vez que el texto que estabais leyendo no correspondía con quién lo firmaba?
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La cita:
—sus últimas palabras fueron: Iros todos al carajo—.
Hombres Buenos (Arturo Pérez-Reverte)