¿En qué momento te sientes más animada para leer?
He querido traer hoy esta pregunta para intentar explicar de paso porqué tanto el blog como mis lecturas están bastante paradas este año. Como bien dije en la entrada dedicada a los propósitos lectores de 2016 quise bajar el reto de goodreads teniendo en mente que iba a haber algunos asuntos que no dependen de mi que me iban a condicionar tanto el tiempo como el humor para ponerme a leer y reseñar. Habiendo pasado ya medio año -que se dice pronto- me temo que mis expectativas fueron demasiado optimistas al marcarme 30 libros para leer. Y es que este año apenas estoy leyendo nada, y básicamente eso es lo que me ha tenido apartada dos semanas del blog en las que ni siquiera he escrito un post-it!, y mejor ni miro desde hace cuánto no publico una reseña porque seguro que me hecho a llorar.
Que esa es otra, también me está influyendo el haber "fallado" con mis propósitos para ponerme a reseñar como una loca, ya que lo siento como un deber y eso me estresa más. Así que voy a intentar cambiar el enfoque a la vez que intento ponerme al día con las lecturas y reseñas que tengo pendientes. No quiero que esto suene a excusa, es más bien una pequeña explicación que siento que también os debo a vosotros. Pero bueno C'est la vie. No quería dejar pasar otra semana más sin escribir nada y aún así me ha costado encontrar la pregunta una barbaridad. Y para no desviarme mucho del tema vamos con la respuesta.
En verdad no tengo un momento del año en la que prefiera leer; tal vez de joven prefería el verano, que es cuando podía quedarme hasta tarde leyendo y podía hacer maratones de lectura, leer libros "tochos" y recrearme en la relectura anual de El perfume, pero ahora lo cierto es que no tengo una época preferida. Tanto me da el verano que el invierno, y la verdad es que mirando los recuentos de otros años veo que la cosa baila mucho de año en año y hay años que leo más en primavera o verano e incluso en invierno.
En cuanto a momentos del día también he variado mucho. De joven me encantaba leer por la noche, y aunque ahora también es una de las cosas que más me gusta mis problemas de insomnio han hecho que tenga el hábito casi completamente abandonado y lea más por la tarde.
Suena contradictorio, ¿verdad? A mi también, pero tiene una explicación muy sencilla. Cuando duermo poco y mal me da reparo ponerme a leer porque tengo el cerebro como dormido, pero cuando llega la noche no quiero ponerme a leer por si me desvelo. El caso es que termino dando mil vueltas en la cama pensando en que debería estar durmiendo en vez de dejarlo por imposible y encender la lamparita y ponerme a leer. Llámalo sensación de culpabilidad o como quieras, el caso es que me da como "cosa".
Resumiendo, la mejor época para leer es en la que estás tranquila y con tiempo y no tienes preocupaciones; y tal y como preveía este año tampoco iba a ser bueno para eso. Y no me entendáis mal, no me apena tanto el no leer o reseñar si no las circunstancias que me mantienen alejada de esto.
Por tanto, una última palabra dedicada a los autores y editoriales con los que tengo algo pendiente. Tardará más o menos, pero si me he comprometido con vosotros, cumpliré. Y para el resto de mis lectores, gracias una vez más por seguir a las duras y a las maduras. Gracias por leerme y por interesaros por mi humilde opinión.
Como siempre, la pelota está ahora en vuestro tejado, decidme en los comentarios si tenéis una época o un momento preferido para leer.
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La cita:
Naturalmente, me aseguraré de que el mensaje llegue al Castillo; pero estas cosas requieren tiempo, y el tiempo puede no estar de nuestra parte.
El proscrito (Louise Cooper)