Todo lo anterior está muy bien, pero no se que me pasa este año que la llegada de este veranillo de San Miguel no me ha traído nada de lo anterior. Estoy estresada, de mal humor, cansada. Incluso he dejado de ir al gimnasio porque no tengo fuerzas, siento que me cuesta todo el doble. Creo que he llegado a mi punto máximo de incompetencia en la gestión de las cosas que hago. He sobrepasado mi límite en los últimos meses y ahora me está pasando factura. ¡Con lo que yo he sido!
Así que he decidido echar el freno y tratar de disfutar más de de las cosas, del día, pararme, pensar, no aprovechar hasta el trayecto más corto de metro para enviar un email o chatear con una amiga a la que siento que tengo abandonada. No poner esa lavadora a última hora porque me obliga a estar despierta hasta que termine para dejarla tendida, no pasar por el súper a la salida del trabajo, deprisa y corriendo, porque llego muy tarde a casa. Tomarme un tiempo para comer y no zamparme un bocata delante del PC. Hacer pellas en el gym y darme un paseo. Dejar para mañana lo que no es urgente. Publicar este post con un día de retraso y no sentir remordimiento. Buscar el silencio de vez en cuando.Y varias veces al día me repito: "Si no lo tienes todo controlado, no pasa nada". Y os digo una cosa: ¡no pasa nada!¡Feliz primavera!
PD: Y sí, el titulo del post no es un error, no se me ocurre como titularlo, mañana si eso, vuelvo y lo cambio ;-)