No encuentro efectos terapéuticos a las navidades. Pero ellas no preguntan. Todos los años llegan, te atraviesan y se van. Ya que se nos meten en casa, pues habrá que atenderlas bien para que nos traten lo mejor posible. No es buen plan acabar el año de Sr. Scrooge. Además, con niños cerca…no ya odiarlas, sino solo evitarlas, es impracticable.
Ilusión, tradición, inocencia… confluyen en esta colección de efemérides con que un año se despide y otro arranca para quienes tienen chavales en la familia. Diría, incluso, que existen dos tipos de Navidad: la Navidad con hij@s pequeñ@s y la Navidad sin ell@s.
A veces es inteligente unirse al enemigo si no puedes con él. Es la táctica más sana para enfrentar el espíritu navideño cuando no lo llevamos en el ADN.
Si la Navidad no va con nosotros, podemos intentar abstraernos y darle boleto, con mayor o menor éxito, pero los inconformistas vitales, forever existencialistas y cabezas carcomidas full-time no se salvan de rumiar el cierre de año. Momento repetido de revoltura interior.
Os juro que a mí hasta me pica el cuerpo estos días. «Será algo somático», Rosina. Será….
Azúcar
A quienes hayáis llegado hasta aquí en esta extraña postal, al estilo pataleta-terapia, gracias por seguir las letras de esta terapeuta de palo. A quienes he repescado del pasado este año para mi presente; a las y los que estáis cerquita, piel con piel, en mi día a día; a mis espíritus afines en los distintos frentes que me llenan – la literatura, la música, el mi pueblu…- , topados dentro y fuera de esta red con doble cara que es Internet, y a quienes aún estoy por encontrar y reencontrar: suerte en los días que nos vienen allende el 25 de diciembre.
Entre mi gente hay personas que quiero, personas que admiro, otras con quien simpatizo, quien me enseña, quien me sostiene, quien me recarga de ilusión, quien me echa las dos manos (y no al cuello) cuando hay marrón… Me siento afortunada :-) Hoy, con este post que empezó rungón y acaba florecilla, os recuerdo que sois importantes en mi vida y os doy las gracias por ESTAR.
¡Por mí y por tod@s mis compañer@s! ¡Fush fush malos rollos! ¡Pelillos a la mar! ¡Qué viva Alaska y su “No quiero más dramas en mi vida… Solo comedias…. entretenidaaas… […]”.