Chan, chan, chan chaaaaan…
Parque Jurásico siempre me ha gustado, y de hecho, fue de las primeras películas que vi en una sala de cine, hace ya unos veinte años. Hace menos de un mes, comprobé que no ha envejecido en absoluto, y que sus efectos especiales siguen pareciendo igual de realistas que por aquel entonces. La película fue un bombazo, que devolvió a la vida a seres a los que, hasta entonces, siempre habíamos visto como grandes esqueletos marrones en los museos. A día de hoy sigue surgiendo información sobre la cinta, desde aquello de que James Cameron se perdió la oportunidad de dirigirla por unos minutos, al espantoso diseño que querían hacer para la cuarta parte, o un curioso vídeo de Stan Winston donde veíamos cómo crearon a los velocirraptores.
El reestreno de esta película en 3D sirve para que una generación que no la disfrutó en su momento en una pantalla grande pueda hacerlo. Y también, para ver cómo de fresca está la franquicia y así, basándose en los beneficios que consiga durante sus proyecciones, pensar cuánto dinero se debe invertir en una futura secuela que llegará en el año 2014 para que el negocio resulte lo más rentable posible. Pero esto tampoco es algo que vayan a decir en voz alta…