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Justo cuando estoy metido a tope en mi maratón Superman/Batman, va Marvel y me suelta esta bomba.
Hay demasiadas cosas por las que entusiasmarse. No flipaba tanto con un trailer de Marvel desde 'Los Vengadores'. Como los trailers de aquella, este da 3000 momentazos por segundo y da la impresión de que se guardan muchos más. Parece... GRANDE, sencillamente. Un acontecimiento comiquero con el que los responsables saben exactamente lo que hacen. Como en el primer trailer, lo que me ha hecho soltar un grito ahogado es una simple frase, en este caso, "aguantaría todo el día". Para los que hemos visto infinitas veces la primera peli del Capi, es algo casi nostálgico. Nos recuerda porqué Steve nos conquistó (a los que tenemos corazón, claro...), así como una época más sencilla en la que no dudábamos de él. Que quede claro, en el tema político estoy principalmente de su parte: por muy terribles que sean las consecuencias de sus batallas, de no ser por esas batallas el mundo se habría ido a la mierda. Además, siempre intentan salvar a toda la gente que está en medio. Pero ahí está la clave de la película: mientras que en cuanto a ideas apoyo al Capi, como siempre, emocionalmente es más fácl apoyar a Iron Man. Especialmente tras el genial análisis que G. G. Lapresa ha hecho en su imprescindible cuenta de Twitter (aquí). Bucky supone un talón de Aquiles muy peligroso para Steve que quizá (QUIZÁ) le lleve a no hacer lo correcto por primera vez. Iron Man y el Capitán América son dos personajazos, los mejores superhéroes que ha dado el cine, han tenido unas evoluciones a la inversa prodigiosas (sin dejar de ser lo que han sido siempre) y esta película, lejos de recoger las semillas plantadas por anteriores films y ya está, les lleva por nuevos caminos que nos descubran nuevas facetas. Y por eso los trailers, que se centran en eso y no en el desarrollo de la trama, están siendo tan magistrales.
Y bueno, además tenemos a Ant-Man sobre una flecha de Ojo de Halcón, a la Bruja Escarlata dando cera al que si todo va bien será su futuro marido y... sí, tenemos a Spiderman en un plano antológico que demuestra que debemos estar muy, MUY felices de vivir esta época del género. El diseño de su traje no me parece el mejor que ha tenido, aunque puede que eso se deba a que por algún motivo el propio Spidey parece de dibujos animados, pero aprecio enormemente el clasicismo que destilan los colores chillones, el diseño de las telarañas (nada de relieves, por fin) y de la araña del pecho, y por supuesto, de los ojos. La máscara en sí es puro Romita. Lo cual hace que me pregunte a qué vienen las tiras negras en brazos y piernas, pero bueno...
Mi película más esperada del año no deja de pintar mejor, básicamente. Poco más que decir. Voy a verlo otra vez.