Lo que quiere decir, que he dejado en borrador unas 128 entradas que no han llegado a ver la luz.
¿La razón? No, razones.
Unas veces por trabajo no acabado y aparcado por falta de tiempo, o por no estar convencido del todo.
Estos últimos son los que me preocupan algo.
Los guardo todos, quizás por nostalgia, quizás porque los considero parte del blog. Sin errores no hay logros por pequeños que sean.
Sin ir más lejos, el otro día, un buen amigo me pidió que le recomendase una aplicación.
Volví a mirar otra vez ese tipo de aplicaciones. Ya había abandonado una vez su búsqueda.
Esas peticiones de búsqueda, sin pretenderlo, en más de una ocasión (afortunadamente) han sido el origen de posts, incluso de los que más satisfacciones personales me han dado.
Pero en ese caso, el de mi amigo, no vio la luz nuevamente. Se lo envié, y me agradeció el esfuerzo. Lo hice precedido de una coletilla: "Las he descargado, pero sinceramente no me ha convencido ninguna".
No voy a ser el adalid de la coherencia. No pretendo serlo entre mis incoherencias, pero sí que he pretendido ser fiel a mí mismo y no colgar cosas de las que no estoy satisfecho. También mentiría si dijera que estoy satisfecho de todo lo que he publicado, pero uno es esclavo de sus errores y, estos, no dejan de ser parte de mi bagaje personal.
También he tratado de ser fiel amis ideas y no abandonarlas desde el respeto. Creo que es necesario en estos tiempos.
Posts dormidos. Quizás esperando convencerme algún día.
Bueno, creo que por hoy ya he tenido bastante vena poética.
Disculpen el alegato si han llegado hasta aquí.