Se reúnen más de 2.000
personas cooptadas por el Partido Comunista Chino y nosotros le llamamos Legislativo, como si fuera un Parlamento de verdad. Los elegidos deciden aclamar de
manera estalinista a su líder, y los medios occidentales titulan que el
parlamento chino aprueba la reelección.
El autócrata ruso llama a las urnas después de haber expulsados a sus rivales (expulsarlos en el mejor de los casos) y
dominando todos los resortes del Estado, y luego decimos que habido elecciones en
Rusia. Hablando de Rusia, leo en El País que el viceprimer ministro de aquel país ha adquirido dos pisos en la mejor zona de
Londres por 13 millones de euros, 100 veces su salario anual. Qué bien administra este hombre su dinero...