Sin embargo hay muchas cosas que nos distancian de Italia, como la diferencia de paro (Italia sólo tiene un 10% frente a nuestro 25%), que ellos no necesitan un rescate, que no tienen burbuja inmobiliaria..., y por supuesto, que ellos sí son capaces de condenar a su ex-líderes (igual esta sobraba, pero es así).
Eso me ha hecho pensar un poco en la situación en la que nos encontramos, y en el batiburrillo de situaciones negativas que tenemos a día de hoy.
El rescate
Estamos todos de acuerdo en que España necesita un rescate. La causa, el despilfarro producido por los aeropuertos fantasma, las carreteras fantasma, las estaciones fantasma, los parques de ocio fantasma y los edificios culturales fantasma, entre otra cosas (aquí ya no hace falta el Follonero, sino Jennifer Love Hewitt).
Bueno, nos hemos gastado la pasta que nos dejó Europa para despilfarrar, y ahora hay que devolverla. Quitando el hecho de que ya me parece un despropósito que nos dejen más dinero para poder hacer frente a una situación que en sí misma va a elevar un déficit que, en este mismo momento, ya no podemos afrontar, la cuestión es a quién vamos a dirigir este déficit.
Los bancos han recibido más de 40.000 millones de euros, para sanearse, desde que llegó la crisis. Y ahora, de los 100.000 millones que Europa tiene destinados a nuestro rescate, otros 60.000 millones se van a ir también a las arcas de los bancos.
Por otra parte, ya sabemos que vamos a crear un banco malo, donde se va a depositar todo lo tóxico que tienen los bancos en la actualidad. Sin embargo el estado no tiene dinero, y es por ello por lo que necesita el rescate. Pero ese banco malo tiene también su coste, y estimo, según mis cuentas, que van a ser los otros 40.000 que no se van a los bancos.
Esto quiere decir que, en realidad, para los españoles no va a quedar nada. Es más, tendremos que poner de lo que no tenemos para lo que sí nos hace falta: pensiones, paro..., etc.
Yo creo que si se dejara hundirse a los bancos, y se creara un banco, que no fuera malo sino estatal, y nos quedáramos con esos 100.000 millones enteritos para las arcas del estado y hacer frente al gasto social, lo cual se traduce de nuevo en estado del bienestar, las cosas nos van a ir mejor.
Si los bancos se hunden no van a poder prestar dinero a quien lo necesita, pero es que ya hace mucho que no lo prestan. La gente que tiene sus ahorros en esos bancos no podrá disponer de ellos, pero es que la gente que tiene los ahorros en esos bancos, no está disponiendo de ellos ahora. Y, de todas formas, si los que tenían su dinero en activos de estos bancos no iban a repartir sus beneficios con el resto de los españoles, ¿por qué tenemos que, el resto de los españoles, apoquinar ahora para que no los pierdan?
Yo lo tengo bastante claro. Los bancos pueden hundirse, y no le va a pasar nada a España. Pero claro, la clase política, que ya es una clase en sí, quieren seguir viviendo bien, y eso prima por encima del bienestar del ciudadano. Es mejor recortar a los pobres, y que ellos sigan teniendo sus sueldazos vitalicios y sus prebendas.
El paro
Hemos llegado al 25%. La situación es muy grave, porque quiere decir que los que aún tenemos la suerte de trabajar tenemos que dar un 25% de lo que pagamos, porque ganamos, para que ese 25% no caiga en la exclusión social.
Pero es mentira. Ya hay muchas familias que no ingresan nada, a pesar de formar parte de ese 25%, con lo cual tendríamos que pagar un poco más, y como eso no puede ser, nos van a seguir recortando. Porque ahora la situación es de una gravedad absoluta, pero nos quedamos mirando ese 25%. ¿Qué pasará cuando el 25 se convierta en un 30?¿Y luego en un 35?
No nos calentemos, si esto va a seguir creciendo, porque las políticas de nuestros gobernantes siguen yendo en contra de la creación de empleo. Se destruye porque hay una reforma laboral que facilita el despido, y no la contratación. Porque se recorta, y cada recorte son nuevos parados. Porque el político sigue gastando en lo innecesario, con políticas encaminadas a una imagen, que a pesar del gasto cada vez se empeora más, respecto a nuestros socios europeos.
El deseo soberanista de un sector catalán
Para colmo llega CiU y plantea, en el mejor momento, la segmentación del país. Él sabe que es el peor momento para España, que se acercan su elecciones del 25N catalán, que dentro mismo de Cataluña hay división de opiniones al respecto. No es momento de pedir la independencia, pero claro, es mucho más fácil argumentarla ahora que las cosas están mal, que cuando las cosas van bien, que entonces ya les conviene.
Por los menos los vascos han sido más decentes en este sentido. La independencia la han pedido tanto cuando las cosas iban mal, como cuando iban bien. Es más, ahora que van mal arriman más el hombro. Catalanes independentistas (a los otros no), no tenéis lo que hay que tener. Ser español, en este momento, es más digno que ser catalán, os guste o no.
Lo que más me jode es tener que darle la razón al PP en esto, yo que siempre me jacté de mi izquierdismo. Pero es que, compatriotas, os tienen cegados con la cortina de humo que os han puesto. ¿De verdad creéis que todo os irá mejor solos?
Y puestos a enervar el despropósito, PSC, ¿y ese chaqueterismo que tratáis de ocultar con lemas tan cobardes?¿Qué es eso de "el derecho a decidir"?¿A decidir el qué? Somos españoles, y aunque sea un derecho a decidir muy pintado, y nuestra libertad sea como de mentira, al menos nos la parece, y se nos deja ejercerla. Ya decidimos. Hablad sin rodeos. Os habéis pasado al bando independentista, pero no me extraña. Ya está el PSOE bastante dividido, y vosotros también os váis a querer aprovechar.
El descontento con nuestros gobernantes
Ya no creo en la casta política. Nos han defraudado con su políticas de austeridad. Austeridad para los que ya éramos austeros de por si. Más pobreza para nosotros, y para el político más decente al menos se queda como estaba, que era bastante bien.
Deberíais hacer un pensamiento. Los que tendríais que marcharos sois vosotros, y no los catalanes. Vosotros sois los que nos estáis jodiendo, y lo pagamos todos. Nosotros ahora, a vosotros no creo que os quede mucho tiempo. No estamos en el siglo XVIII ni esto es Francia, pero tiempo al tiempo.
Cada día me despierto con la ilusión de que pase algo, porque algo tendrá que pasar. Las cosas no pueden seguir así.