Potencias desemergentes

Publicado el 07 febrero 2014 por Gsnotaftershave @GSnotaftershave

Fotografía tomada el 12 de noviembre de 2008 durante las elecciones presidenciales que llevaron a Obama al poder./Hidalgo29

La palabra potencias emergentes está de moda. Este término se utiliza para países como Brasil o China, que en los últimos años sus economías han crecido espectacularmente, sin apenas afectarles la crisis, y se han convertido en países de referencia tanto en la región como a nivel mundial. Pero en todo este contexto, parece que nadie se atreve hablar de otra realidad, la existencia de unas potencias desmergentes o en decadencia, que no levantan cabeza.

Este es el caso, por ejemplo, de Estados Unidos, que en 2009, un año después que se iniciara la crisis, su economía se contrajo un 2,8%, según datos del Banco Mundial. Además, se ha incrementado la desigualdad y la pobreza, que ya alcanza al 15% de la población. A todo esto, se le debe sumar que Washington ha sufrido una pérdida de liderazgo a nivel regional e internacional.

En América Latina, por ejemplo, ha nacido la Comunidad de Estados Latinamericanos y Caribeños (CELAC), donde los países de la región se reúnen sin la tutela de Estados Unidos, como pasaba hasta ahora en la Organización de Estados Americanos (OEA). Este año, la Cumbre de la Celac se celebró en Cuba, país que es el gran enemigo de Washington, desde que triunfó la revolución en 1959. Ecuador o Venezuela reclaman que la Celac sustituya a la OEA.

El liderazgo de Estados Unidos en la región está tan por los suelos que, este septiembre, la presidenta del Brasil, Dilma Rousseff se tomó el lujo de cancelar su reunión con Obama en el país norte americano, después que Edward Snowden, ex analista de la agencia de espionaje NSA, sacara a la luz que Washington la había espiado.

Pero esta no es la primera vez que un país latinoamericano le planta cara, Venezuela, Ecuador, Bolivia o Nicaragua hicieron oídos sordos a las amenazas Hilllary Clinton que en 2009 advirtió de los riesgos que podía tener para ellos “flirtear con Irán”. Durante su mandato, el presidente iraní, Mahmud Ahmanideyad, visitó numerosas veces la región, la última para asistir al entierro del presidente venezolano, Hugo Chávez.

A nivel internacional, su liderazgo también se ha visto mermado por las irresueltas guerras de Afganistán (2001) e Irak (2003) donde tras años de intervención extranjera y de tener soldados estadounidenses, estos países no han encontrado la paz. Además, el conflicto en Medio Oriente se ha empantanado con la Guerra Civil de Siria, en la que Estados Unidos se ha mostrado incapaz de consensuar una solución para ese país con Rusia y China.

Otras potencias desmergentes

Pero la crisis no ha pasado factura solo a Washington, sus socios europeos también han visto como sus economías y liderazgos caían en picado. Y aunque la Unión Europa (UE) sigue siendo un referente de integración, David Cameron es cuestionado por sus medidas xenófobas contra los inmigrantes de otros países de la UE que llegan al Reino Unido; y Françoise Hollande es el presidente más impopular de la historia de Francia.

Japón es otro país desemergente. Lleva sumergido en una crisis económica interna desde la década de los noventa y, desde entonces, ha tenido alrededor de una quincena de presidentes, la mayoría no terminaron su mandato. Además, Tokio ha tenido que ver como su histórico rival, China, le pasaba la mano por la cara, al convertirse en la segunda economía del mundo, después de Estados Unidos y por encima de Japón, y se convertía en el verdadero líder regional, con una enorme influencia en toda el área del sudeste asiático.

Y es que la crisis, ha apretado las tuercas a las grandes economías mundiales. Y si bien Estados Unidos sigue siendo la primera potencia, ya no es ese líder hegemónico que salió reforzado con el fin de la Guerra Fría y marcó la agenda mundial.

Cada vez, hay países más fuertes, que crecen y que reclaman su papel de líder tanto regional como internacional, como China o Brasil. Si ahora hablamos de potencias emergentes, para referirnos a estos países, deberíamos dar un paso más, y empezar a llamar las cosas por su nombre: los países en recesión, tanto económica como de liderazgo, son potencias desemergentes.