La experiencia ha sido buena. Los purés tienen una textura apetitosa, un color aparentemente natural, huelen bien y saben mejor, así que mi hijo se los ha comido sin problemas. He observado, eso sí, que cuando se los he dado luego ha hecho las cacas casi del mismo color del puré aunque esto es algo que entra dentro de lo habitual, pues me pasa también cuando come algo con tomate. Lo comentaré con la pediatra, tengo la impresión de que ciertos alimentos le son de difícil digestión.
El problema con estos potitos es que tengo que ponerles un pero bastante importante. Ya en mayo me quejé del etiquetado de todo este tipo de productos infantiles y de nuevo tengo que hacerlo aquí. No entiendo cómo es posible que unos purés que llevan legumbres se etiqueten como a partir de 8 meses. En principio, los pediatras no recomiendan introducir estos alimentos hasta pasado el año así que, como poco, me pregunto qué tipo de manual sigue esta gente. La impresión que tengo es que la industria alimenticia está deseando incorporar a los bebés a la alimentación de adultos para así poder vender más. En cuanto pueden les meten frutas de todo tipo, miel, cacao, legumbres y, dentro de poco, veremos potitos de fabada o de migas con chorizo, si no, al tiempo.
Nada más probar los purés y comprobar que están muy ricos, me di cuenta de que llevaban sal, especias y a saber qué cosas más. Efectivamente, mirando la etiqueta llevan sal y especias y leyendo los comentarios en Bopki he leído que llevan incluso leche. No me parecería nada importante si estuvieran dirigidos de bebés de más de un año, pero con ese etiquetado de "a partir de 8 meses", me parece poco responsable. Creo que un bebé tan chiquitín debería tomar una comida mucho más ligera y saludable, que tiempo tendrá de tomar sal y demás cosas que sólo mejoran el sabor pero no aportan nada nutricionalmente.
En Bopki también he podido leer que son muchos los bebés que piden comerse otro potito igual después de este, que sólo tiene 200 gramos. No me extraña lo más mínimo. Un bebito de 8 meses, acostumbrado a comer purés insulsos y sin mucha chicha, de pronto le metes unas lentejitas sabrosas y seguro que alucina. Pero, ¿eso es saludable?. Quizá para un día no tenga importancia, pero no como norma.
Por todo esto, soy bastante crítica con Hero en cuanto a este lanzamiento. Los potitos me parecen bien para bebés de la edad del mío, a partir de los 13-14 meses, pero desde luego me parece mal que se etiqueten para bebés de 8 meses y no se lo recomendaría a nadie para esa franja de edad.