Pouilly Fumé Langlois-Chateau 2011, a la orilla del Loira

Por Elblogdelosvinos @blogdelosvinos
Bodega: Langlois-ChateauZona: LoiraSubzona: Pouilly-FuméVariedad: 100% Sauvignon BlancGraduación: 12,5%Precio: alrededor de 20 euros Los viñedos de Pouilly-Fumé datan de la época de los romanos, y ha seguido siendo zona vinícola, junto con la vecina de Sancerre, desde entonces, logrando el título de Apellation d’origine contrôlée en 1937. Mucha de su producción se exporta, sobre todo a Gran Bretaña. Fumé hace referencia tanto al color de las uvas de Sauvignon Blanc cuando están maduras, como al distintivo aroma a pedernal de los vinos de la zona, aportado por los suelos de los viñedos, denominados “caillotes”, pedregosos y calcáreos, que hace que sean blancos finos, ligeros y afrutados, con un característico toque mineral, asombroso. Fundada en 1912 como Maison Langlois-Chateau de St-Hilaire-Saint-Florent, por Edouard Langlois, y Jeanne Chateau, especializándose en espumosos. En 1915, Edouard muere en la I Guerra Mundial, y su viuda queda al frente de la bodega, hasta que en 1973, la Maison Bollinger se convirtió en el principal accionista. En 2007, ampliaron sus instalaciones para poder producir vinos tranquilos de sus propios viñedos. Los viñedos pertenecen a 3 viticultores, con los que la bodega tiene firmado un acuerdo de colaboración durante 10 años. Las viñas están situadas en la orilla derecha del Loira, enfrente de Sancerre. El clima de la zona es continental, con grandes oscilaciones térmicas, pasando de algún grado bajo cero en invierno, a temperaturas de 26-27º en verano, y una pluviometría media de 600-800 mm por año. Uno de sus vinos más distintivos es este Pouilly Fumé Langlois-Chateau 2011, parte de su selección de vinos del valle del Loira. La vinificación: el mosto fermentó durante 20 días a baja temperatura (18-20º), en pequeños depósitos de acero inoxidable, donde luego permaneció con sus lías, con 3 trasiegos en 3 meses. La nota de cata: color amarillo pálido, , límpido, transparente, con reflejos verdosos. Nariz fresca e intensa, cítricos (limón, pomelo), frutas, (lychees, fruta de la pasión), flores blancas (acacia, lirio), almendras, un toque de pedernal. Afrutado en boca, ligero, buena acidez, notas minerales. Un vino seco y afrutado, con cuerpo, que recrea el inimitable gusto de la zona gracias a sus aromas minerales. Para tomar con mariscos, o quesos secos, incluso solo como aperitivo. Servirlo muy frío, entre 8-10º C. Nosotros lo tomamos con un salmón con verduras, y no estuvo nada mal.