Y siguen diciendo que no va con ellos, que, al contrario, la combaten con todas sus fuerzas, que su partido no es corrupto, que sólo lo han sido algunos de sus miembros.
Seguramente el hecho de que próximamente el PP se siente en el banquillo, o de que tenga a varios tesoreros imputados, o que tenga redes corruptas de gran tamaño entre sus filas, como la Gürtel, la Púnica, el caso Bárcenas, caso Brughal, caso Rato, entre otros, o de que haya quedado demostrado que la rehabilitación de la sede del partido popular ha sido pagada con dinero negro, o que el Presidente del Gobierno haya dado ánimos en un whatsapp a un corrupto como Barcenas, no tiene ninguna importancia. Al fin y al cabo, son cosas que ocurren.
Y siguen ocurriendo. no parece acabar nunca. Hoy sabemos que dos grandes prebostes peperos, el diputado Gómez de la Serna y el embajador de la India, Gustavo de Arístegui (exdiputado en tres legislaturas anteriores) han cobrado comisiones por valor de 1,6 millones durante cuatro años, mientras ejercían sus altos cargos en nombre del Estado.
Y es que llevan su descaro al grado máximo. Por ejemplo, el tal Arístegui fue capaz de vender un informe titulado: La India país de oportunidades, cuando llevaba ocho meses de embajador en Delhi.
Aunque fuera verdad que es legal, lo cual es dudoso, está claro que al igual que pasó con los diputados Trillo (hoy embajador en Londres –se ve que esta forma de actuar es cosa de notables diplomáticos--) y Pujalte, que cobraron por asesorar a otras empresas, estos personajes no quieren distinguir entre lo público y lo privado, lo mezclan todo. Y tampoco distinguen entre lo ético y lo legal, porque hay cuestiones legales –suponiendo que lo sean las que se han denunciado— que son éticamente reprobables.
Porque la pregunta pertinente es fácil: ¿Habrían conseguido esas empresas las contratas de no tener esos perfiles políticos de alto nivel? No, estos conseguidores se han valido de sus cargos para obtener pingües beneficios, sin el menor rubor.
Y es que esto no para. Porque sabíamos que las televisiones públicas bajo el poderío de los peperos actuaban como la voz de su amo, dejando de cumplir su servicio público y pasaban a ser voceros de sus amos, pero es que además, altos directivos de estas televisiones --por cierto o han cerrado o están en la ruina debido a una gestión nefasta-- se han forrado cobrando dietas y gastos de todo tipo. Conocíamos lo ocurrido en Canal Nou, hoy cerrado, y en TeleMadrid, cada vez con menos audiencia, pero ahora sale a la luz cómo gastaba sin cesar, el bueno de
Su gran mérito es haber trabajado en la Cope y propagar a los cuatro vientos la conspiranoia del 11-M, ya saben, para este individuo, como lo fue también para Pedro J. o Luis del Pino y muchos peperos, los autores de ese atentado no fueron islamistas, sino miembros de ETA, y mintieron hasta la saciedad para hacer creer esa falsificación de la historia, que podría haber beneficiado al Partido Popular.
Bien, pues hoy sabemos que además de un bonito sueldo de 120.000 euros anuales, el tal Villa pasó gastos de todo tipo por valor de 136.000 euros durante su reinado en la tele manchega. Hoteles, restaurantes de lujo, bolsos de Louis Vuitton, o para redondear también compras en Eroski o Mercadona. Vamos que el pobre se ahorraba el sueldo –se ve que le parecía poco— y debía vivir con los extras que pasaba a la RTVCM.
Por cierto, se le ha descubierto, también, que ha llamado a cuenta de la Tele, unas 300 veces en un año, algunos días hasta once veces, a la periodista que había colocado de corresponsal en Hong-Kong. Se ve que en La Mancha se pirran por las informaciones en China, aunque quien veía esa tele autonómica dice que apenas salía nada de ese país. ¿Para qué llamaba tanto a China, a costa de los manchegos, el interfecto?
En fin, como se puede apreciar hay variedad y calidad en la corrupción y derroche de estos chupópteros correveidiles que utilizan sus cargos públicos para obtener beneficios. ¿Cuándo habrá una ley que les haga devolver todo el dinero íntegro que han obtenido indecorosamente o que han gastado sin justificación, además de hacerles pagar su delito con penas de prisión? Es necesario una ley de incompatibilidad total para los cargos públicos y una penalidad alta en caso de incumplimiento. Y por otro lado un control exhaustivo de los gastos de los altos directivos de los directores de empresas públicas.
Estos son los personajes que han colocado estos gobernantes peperos durante su legislatura pasada. Deberíamos tener memoria y saber con quién nos jugamos los cuartos, porque el 20-D parece que pueden volver a ganar, y esto puede perpetuarse por secula seculorum. Luego, no nos quejemos.
Salud y República