¿Prácticas la movilidad sostenible?

Por Ecointeligencia @ecointeligencia

Una de las contribuciones más importantes al cambio climático proviene de la energía consumida en los viajes que hacemos desde nuestra casa al trabajo, entre nuestros hogares y los lugares de ocio y en los viajes de compras, y especialmente durante las vacaciones. Todos ellos suelen ser parte de nuestro estilo de vida como consumidores.

Los comportamientos relacionados con la movilidad pueden incluir compras importantes (después de nuestra casa, la adquisición de un coche o de unas vacaciones exóticas pueden estar entre las compras más costosas que hacemos en nuestras vidas), y además, un gran número de pequeñas decisiones en nuestro día a día (como cuál es el camino para llegar a casa o qué modo de transporte utilizamos para un desplazamiento particular) que sumadas tienen gran repercusión.

Lograr una movilidad más sostenible, por lo tanto, puede significar una disminución de la cantidad de viajes realizados (por ejemplo, vivir más cerca del lugar de trabajo, el teletrabajo o el uso de la teleconferencia) o bien la búsqueda de medios alternativos de transporte para los viajes, como el ciclismo de ocio, en lugar de ir al trabajo en coche.

Una de las principales opciones de consumo es el comportamiento del consumidor como viajero, en particular la elección entre el uso del transporte público y el vehículo privado para viajes particulares, o para ir a trabajar. Gran parte del debate sobre el impacto del transporte en la sostenibilidad tiende a centrarse en el uso del automóvil privado, con unos 800 millones de vehículos actualmente circulando a nivel mundial y la previsión de que esta cifra podría duplicarse para 2050.

En general, las opciones de transporte público son vistas como mejores en el consumo de energía y las emisiones de carbono por pasajero por kilómetro. Sin embargo, ello depende en parte de la carga relativa de los vehículos. Las colas de coches esperando para entrar en el centro de las ciudades durante las horas punta tienden a estar constituidas en su mayoría por coches de un solo ocupante, que son claramente menos eficientes que un tren o un autobús.

El carpooling y el carsharing son opciones de consumo colaborativo y sostenible

Los impactos en sostenibilidad de los viajes compartidos en coche son comparables con los de autobuses y trenes, sobre todo si no se utilizan a plena capacidad. Por lo tanto, además de los diferentes modos de transporte, las diferentes maneras de utilizar un medio de transporte, como por ejemplo el coche compartido (carpooling), puede conllevar un comportamiento de consumo más ecointeligente.

En cuento al comportamiento del consumo turístico, lograr un consumo más sostenible puede provenir de la búsqueda de ofertas turísticas que tratan de proteger el medio ambiente global y local y las culturas en la elección de destinos de turismo.

Se podrían argumentar que no existe el turismo sostenible, y que el turismo social y ecológico consiste simplemente en quedarte en tu casa

Desde la perspectiva de la sostenibilidad, las cosas no son tan simples, teniendo en cuenta la proporción del turismo en la economía de muchos países pobres. Detener el turismo completamente crearía un desastre social y económico en estos países y contribuiría probablemente a la liquidación de importantes recursos naturales, como por ejemplo los bosques, que dan soporte al turismo.

Por ello, los responsables de las empresas turísticas están ofreciendo otras opciones de consumo, como pueden ser los programas de compensación de carbono y están animando a los consumidores a respetar las culturas y los ambientes de los destinos durante sus viajes.

Y tu, ¿practicas una movilidad sostenible?

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