Encuadrada en lo que podíamos llamar el centro geográfico del Viejo Continente, el río Moldava cruza la espalda de Praga y fluye por su valle como la historia y el tiempo fluyen por las calles empedradas de la ciudad.
Los más antiguos testimonios de un asentamiento, de lo que hoy es la ciudad, se remontan a 25.000 años, si bien los primeros científicamente probados se ubican alrededor del 4.500 antes de nuestra era. De la unión de diferentes tribus, surgió en el siglo VII, el primer estado en territorio checo y eslovaco. A finales del siglo IX, la Gran Moravia, adoptó rápidamente el Cristianismo y es, a finales de ese siglo, cuando tiene lugar la construcción de la primera iglesia católica, convirtiéndose la zona en un gran centro cultural.
En la segunda mitad del siglo X, en la zona del castillo, se encontraban ya la Redonda de San Vito, el Palacio Real y el Monasterio, con la iglesia de San Jorge. Allá por 1.172, se construyó el Puente de Judith, el primer puente de piedra sobre el Moldava, antecedente del actual y famosísimo Puente Carlos.En el siglo XVII, Praga se convierte en residencia de los Habsburgo (dinastía que, durante seis siglos, rigió los destinos del imperio austro-húngaro). El rey Rodolfo II, trasladó su corte desde Viena a Praga instalándose en el Castillo. Educado en España, pasa a la historia como el monarca promulgador de un decreto que garantizaba la libertad de culto, tanto a católicos como a protestantes.
El siglo XVIII está marcado por el reinado en Bohemia de la emperatriz María Teresa de Habsburgo. Era una mujer de carácter fuerte pero querida por el pueblo, al igual que en Viena. Una de las medidas más importantes de su reinado fue la escolarización obligatoria y su mayor error la supresión del uso de la lengua checa.El paso a la República.La primavera de Praga.
En abril de 1.968, Alexander Dubcek, secretario del Partido Comunista de talante liberal se permite introducir algunas reformas aperturistas, bien acogidas por el pueblo. Se liberan a los presos políticos, se corta la censura y se inicia una tímida apertura de la economía. Estas medidas impensables para la URSS, tienen una inmediata respuesta: la ocupación por las tropas del Pacto de Varsovia de la ciudad con los tanques soviéticos desfilando por la avenida de San Venceslao. Un año después, en esa misma plaza, el estudiante Jan Palach se prendió fuego en actitud de protesta lo que ocasiona una gran represión obligando a la emigración a la mayoría de los intelectuales.
El fin del periodo comunista.
En diciembre de 1.988, la población se lanzó a una manifestación a favor de las libertades. La presión popular culmina con la aclamación del líder de la Primavera de Praga de 1.968, Alexander Dubcek, culminando un año después con el fin de la dominación comunista. Se elige el primer Presidente de la República, no comunista desde 1.948, al dramaturgo Václav Havel.
La actual separación de las dos Repúblicas.
En 1.991, empiezan a dejarse escuchar voces que claman por la separación. Hasta ese momento Checoslovaquia es un Estado federal formado por dos pueblos checos y los eslovacos. Los sueños independentistas, fundamentalmente de los eslovacos, culminan definitivamente el 31 de diciembre de 1.992, cuando ambas repúblicas pactan la separación política poniéndose un amistoso punto y final a 74 años de historia en común.
La visita turística.
Preparaos para caminar. Praga, al igual que otras muchas ciudades, se disfruta paseando plácidamente por sus calles contemplando sus fachadas y degustando su abundante comida y ¡por supuesto¡ su cerveza. El paseo nocturno es realmente mágico, hasta tal punto que existen tours organizados. Si bien las distancias entre los distintos barrios no son muy grandes, también os podéis ayudar de un excelente servicio de tranvía o metro. Son muchas las líneas que cruzan toda la ciudad traspasando el río Moldava.
Por ello, mi consejo al viajero es que pasee y disfrute a su aire, que haga sus propios recorridos o que se pierda sin ellos, que se deje sorprender y que busque en sus guías cualquier dato que le permita relacionar lo que le sorprende y.... ,también, que intente visitar los sitios más simbólicos a horas intempestivas, si no quiere verse arrollado por otros semejantes: merece la pena.
Quizás, una de las primeras cosas que hacemos nada más llegar es visitar el Puente Carlos (Karlúv most). Impregnarnos, a primera hora del día, del aire del Moldava acompañados por sus torres góticas y las treinta estatuas que descansan en el puente.
¡ Preparados para caminar !
La excursión comienza en la Plaza de San Wenceslao con sus bonitas galerías del principio del siglo XX. Luego visitaremos la iglesia de Nuestra Señora de la Nieve y después pasaremos por la calle na Prikope a la Plaza de la República, donde está la Torre de la Pólvora y la Casa Municipal. Seguiremos al lado del Carolinum y del Teatro de los Estados a la Plaza de la Ciudad Vieja donde está el Reloj astronómico (Orloj). Después de descubrir la historia del constructor leyendario del Reloj, el Maestro Hanus, veremos la plaza con la Iglesia de Nuestra Señora delante de Tyn, la antigua aduana Tyn al lado, y con muchas casas medievales. Veremos también la casa natal de Franz Kafka, escritor famosísimo judío de Praga.
Podemos comenzamos nuestra excursión con un TOUR PANORÁMICO en tranví
Desde la Plaza principal del Barrio del Castillo entraremos al primer patio del Castillo. Por esta entrada entran visitas oficiales del presidente de la República checa y la entrada está guardada por la guardia del Castillo (aprovechar para la foto, pues los guardias casi encajados en sus garitas, están inmutables). En el tercer patio del Castillo podremos admirar la construcción de la Catedral de San Vito, sin duda la iglesia más bonita y más grande del país. Fue fundada en el siglo XIV pero terminada en el siglo XX. Podremos ver la parte nueva de la Catedral y la Puerta de Oro, an
Por los jardínes del sur (es posible solo entre 1.4.-31.10.) volveremos a la Plaza del Barrio del Castillo, pero esta vez bajaremos por la Calle de Neruda a la Ciudad Pequeña, donde veremos la Iglesia
La gastronomía checa se basa principalmente en la carne de cerdo y, en menor medida, en la de pollo y ternera. También hay
El plato más típico de Praga es el goulash en sus múltiples variantes. La base es un estofado de carne con vegetales pero, eso sí, para los amantes de la cuchara (como un servidor) es imposible que, aún siendo verano, no se dejen de probar sus excelentes sopas. Todo eso sí, abundantemente servido.
Mi consejo es que os perdáis adentrándoos -sin miedo alguno- en establecimientos y restaurantes más populares. Allí, al igual que en nuestro país, os mostrarán una cocina casera de chuparse los dedos. Mi particular recomendación. El restaurante Olympia, muy cerca del Teatro Nacional. Nosotros cenamos allí y la vuelta, a pie, traspasando el puente Legii con la vista hacia la izquierda del Puente Carlos y, por enfrente, de la Opera es sencillamente... maravilloso.
La tarjeta "Prague Card"
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Al comprar la tarjeta se incluye una pequeña guía de 150 páginas con la información de los monumentos incluidos, cómo llegar a ellos y sus horarios. Tiene un precio muy económico y se puede decir que es rentable en la mayor parte de los casos. Por poco más de 8 euros el día tendréis pagadas casi todas las visitas del viaje. Es realmente interesante y compensa económicamente. Podéis comprarla por internet (se incluyen descuentos) y recogerla directamente en el hotel que hayáis elegido y, os garantizo, que son muy serios en este sentido. Tiene una validez para 4 días.
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rutas:
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