Uso cutáneo
Podemos aplicar los aceites esenciales sobre nuestra piel para obtener sus beneficios, pero algunos de ellos en su forma pura pueden provocar irritación. Para evitar esto debe diluirse el aceite esencial en un
aceite vegetal (estos últimos son los que se obtienen por presión del fruto o semilla, como puede ser el aceite de oliva). Algunos de los aceites vegetales que se suelen emplear son el aceite de almendras dulces, avellana, albaricoque, rosa mosqueta o caléndula. En personas susceptibles de sufrir alergias, deben aplicarse dos o tres gotas del aceite esencial puro en el pliegue del codo y esperar quince minutos para ver si se irrita. En función del resultado se podrá usar o descartar ese aceite esencial.
Algunos aceites esenciales, sobre todo los pertenecientes a la familia Citrus (naranja, mandarina, limón) pueden provocar fotosensibilidad. Esto quiere decir que si nos hemos aplicado un aceite esencial en la piel y estamos en presencia del Sol, puede provocarnos manchas. Por eso se aconseja no aplicar cuando vayamos a exponernos al Sol o cubrir esa zona.
Uso oral
En caso de ingerir un aceite esencial directamente (que no esté integrado en cápsulas), este puede provocar una irritación de las mucosas, por lo que se aconseja o bien diluirlo en un aceite vegetal, mezclarlo con miel o ponerlo sobre un terrón de azúcar. Sin embargo, esta vía está prohibida en niños menores de 3 años.
Uso en embarazadas
Debido a estas características, siempre le recomiendo acudir a un profesional que le pueda informar convenientemente de la forma de aplicar el aceite que necesite y de las precauciones a tener en cuenta.
Y usted, ¿ha utilizado alguna vez aceites esenciales?