Y así, con este artículo, comienzo la preparación y precelebración del 10º cumpleaños, la década de Universo de A, que por supuesto, eclosionará el día 3 de diciembre. Preparaos para la fecha porque nunca se ha hecho nada igual (bueno, al menos no en este blog).
De hecho, esto de hacer un adelanto de la celebración, ya se hizo, si mal no recuerdo, en el 5º aniversario, que también fue sumamente especial y muy preparado.
Y lo hago legalizando una vieja norma no escrita, que sin embargo, se ha cumplido inflexible e implacablemente en estos (casi) diez años: escribir al menos un artículo por mes como mínimo.
Comprobadlo, mes por mes en el archivo, descubriréis que en todos hay por lo menos un artículo.
La verdad es que durante mucho tiempo no me atreví a convertir esto en ley escrita, pues nunca me han sentado bien las ataduras, ni me agrada sentirme obligado a nada… pero también es cierto que soy perfectamente consciente de porqué cree esa norma, hasta ahora no escrita (o informal o no oficial, pues lo manifesté múltiples veces a numerosos comentaristas), y que se debió a que yo era perfectísimamente consciente de que, para que un blog sobreviva, se necesita mucha constancia (eso y algo que decir, por lo cual cree tantas secciones), de modo que crear una exigencia mínima, era aportar la seguridad de que siempre tendría que ir al blog al menos una vez al mes y que no acabaría descuidándolo indefinidamente, lo que tarde o temprano llega a ser definitivamente (todos los blogs tienen un punto de inflexión que decide si seguirán existiendo o desaparecerán).
Paradójicamente, siempre ha resultado una norma que no se ha vigilado demasiado, y que siempre se ha cumplido sin saberlo, puesto que, si os fijáis, casi siempre hay más de un artículo por mes, y yo me he dado cuenta de que no me cuesta nada que eso suceda (muy en parte gracias a las críticas artísticas).
Por lo tanto, tal norma acabó produciendo otra cosa muy curiosa, que es lo que yo acabaría por llamar “los artículos de reserva” es decir, una serie de publicaciones que siempre estaban en modo borrador y con una fecha de publicación futura, que en muchos casos se iba retrasando indefinidamente (en algunos casos, casi hasta perder todo sentido de forma muy peligrosa), de modo que siempre tenía asegurado que el siguiente mes habría publicación, escribiera o no, de modo que esta norma de “un artículo por mes” quedaba sobradamente cumplida.
Víctima de ello han sido críticas de cine o de teatro que escribí muy tarde y que por tanto decidí convertir en publicaciones del mes para que tuvieran una función práctica para mí, o otras de las que deliberadamente retrasé su publicación para asegurarme de que me rellenaran el mencionado cupo (dicho de otro modo, ¿para qué publicar a finales de noviembre cuando puedes hacerlo a principios de diciembre y dejar solucionado el cumplir con la norma autoimpuesta del artículo del mes?).
Pero todo tiene un límite, puesto que he llegado a tener más de un año cubierto de artículos de reserva (algunos de los cuales se prorrogaron años y años), y eso tiene que parar, ¡algún día se tienen que publicar! (aunque sea muy cómodo tenerlos en reserva, y a la espera, lo reconozco, para solucionar dificultades eventuales que puedan surgir y que puedan impedir cumplir con el cupo).
La verdad es que mi sistema, gracias a WordPress, suele ser escribir un artículo, y si veo que puede quedar en la reserva y que no perjudica a los lectores, lo dejo de esa manera; normalmente lo programo para una fecha (sí, como se hacía antiguamente con los VHS), frecuentemente a principios del mes siguiente, pero lo suficientemente tarde como para qué, si surge otra publicación, pueda retrasar el mencionado artículo hasta el mes siguiente… y ese es uno de los mejores secretos de Universo de A.
En fin, que dejo de irme por las ramas, y espero y deseo poder seguir cumpliendo mi cupo de un artículo al mes, para que Universo de A siga perfecta y totalmente vivo; porque lo dicho, el tener algo que contar y la constancia, hacen un blog y garantizan su existencia. Y es muy probable que, en parte, gracias a esta norma no escrita que siempre se mantuvo, ahora elevada al rango de oficial por ser publicada en esta sección, como gran homenaje preparatorio a la celebración de la década de Universo de A, este blog pueda cumplir esos diez años de los que estoy tan feliz y orgulloso.