El precio del petróleo sigue su imparable ascenso recordando la situación del año 2008 cuando provocó el estallido de la crisis financiera. El precio del brent superó ayer los 125 dólares (ver gráfica), amenazando con hundir a las economías que aún están en recuperación y afectadas por el fuerte endeudamiento de los rescates a la banca. El fantasma de un nuevo rebrote global de la crisis ha comenzado a rondar a los centros financieros como Wall Street, dado que una nueva caída tendría repercusiones mucho más severas que las conocidas hasta ahora.
Una nueva crisis del petróleo amenaza con tener graves efectos globales pues todo lo que se ha construído en los últimos 150 años tiene su firme base en el petróleo. Nos enfrentamos por tanto a un cambio que puede tener serias consecuencias y que requerirá un importante giro de mentalidad dado que la transición será lenta y dolorosa e implicará nuevos riesgos y desafíos. No se requiere ser muy visionario para advertir que la expresión más extrema del capitalismo llamada neoliberalismo ha colapsado, y que su hijo pródigo conocido como sistema financiero simplemente desaparecerá.
Los acontecimientos del año 2008 cuando el petróleo alcanzó los 147 dólares el barril hicieron temblar a la economía durante meses. No sólo produjo la quiebra del sistema financiero, y de todas las empresas de Detroit; sino también de numerosas empresas y bancos de Estados Unidos y Europa que debieron ser rescatadas por los gobiernos con el dinero de todos los contribuyentes. Por ese rescate, los países fueron arrastrados a la insolvencia y recibieron el castigo de las agencias calificadoras de riesgo y de los tenedores de deuda soberana. Ahora, frente a la crisis que se avecina, esos mismos gobiernos están arruinados y también al borde de la quiebra, por lo que no habrá rescate de ningún tipo y la economía se deslizará por el barranco.Una mirada no convencional al neoliberalismo y la globalización