Revista Cultura y Ocio

“Preciosa es delante del Señor la muerte de sus Santos”.

Por Santos1

“Preciosa es delante del Señor la muerte de sus Santos”.La leyenda. 
Vivieron allá en el siglo III, en un pueblo llamado Pera, de la comarca del Ampurdán. Los santos hermanos Germán y Paulino, hijos de Liro y Floris, eran primos de Justo y Sicio, hijos de Siro y Gélida. Además, entre sí eran primos hermanos, pues Liro y Siro eran hermanos, así como Floris y Gélida eran hermanas.  

Todos eran paganos, pero honestos. Estando encinta, Floris tuvo un sueño en el que veía salir de ella un gran fuego que iluminaba la tierra entera. No hizo caso, mas, siendo nacidos los gemelos Germán y Paulino, recibió la visita de varias mujeres a las que relató lo ocurrido. Había entre ellas una cristiana llamada Fecunda. Esta mujer quedó llena del Espíritu Santo y le reveló a Floris el significado de su sueño: aquellos dos niños serían luz para la lglesia del Único Dios. Al punto, la persuadió a que aceptara la fe de Cristo como única verdadera. Fue tanta la inspiración, que Floris creyó en Cristo, aunque no lo dijo. A los pocos días falleció, siendo bautizada. 

Los bebés pasaron a casa de sus tíos Siro y Gélida, quienes los aceptaron como verdaderos hijos, junto a sus propios hijos, Justo y Sicio. A los pocos días Floris se apareció a Gélida muy hermosa y resplandeciente, diciéndole a su hermana que buscara al presbítero Esteban de los cristianos, para que algún día pudiera estar tan bella como ella. Gélida lo hizo en el acto y halló a Esteban, un presbítero ermitaño, quien ya sabía de su visita, por revelación. Esteban la convirtió a la fe cristiana, y a los tres días la bautizó.  

Crecieron los niños en la fe pagana, aunque Gélida era cristiana. Entretanto, Liro se había casado con una mujer llamada Florencia, de la cual tuvo un hijo enfermizo. Gélida convenció a Florencia para que se convirtiera y su hijo hallara la salud. Esta accedió, se bautizó y al instante el niño se volvió rozagante y sano. Acto seguido, Esteban celebró la misa donde Florencia recibió la Eucaristía. Los niños Germán, Paulino, Justo y Sicio miraron por una rendija y vieron a Cristo en hermosa majestad sobre el improvisado altar. Entraron en tromba pidiendo el bautismo, y con tan energía, que Esteban les bautizó apenas terminó la misa. Y he aquí que llegó Liro, quien no entendiendo nada, sacó una espada para matar al presbítero, pero quedó paralizado. Entonces Florencia le enseñó al niño sano y Liro se convirtió a Cristo. Tiempo más tarde se convertiría Siro al ver a un ángel protegiendo a Gélida mientras hacía oración. 

Y llegamos, que ya era hora, a la edad madura de nuestros cuatro santos. Ninguno se casó, son que vivían castamente y vírgenes. Los cuatro trabajaban la albañilería y escultura, siendo excelentes en su trabajo. En breve, los santos hemanos, que podemos llamarles así, se dieron a conocer en la comarca por su trabajo, su vida recta y hasta milagros. Así, dícese que sanaron milagrosamente a un peón que cayó de un andamio y quedó baldado. O que en Flassa encontraron a un mudo, sordo y ciego, al que dijeron: “habla, oye, ve, y alaba al único Dios nuestro Señor”. Y así pasó. En Monells libraron a un endemoniado, y en Gerona repitieron lo que San Pedro, quien dijo a un cojo: “En el nombre del Señor álzate y camina”. Y también así pasó. 

En Gerona estaba el feroz Rufino, perseguidor de los cristianos en nombre del Prefecto Daciano, quien hacía cumplir los edictos de los emperadores Diocleciano y Maximiano. Supo Rufino de la llegada de nuestros cuatro santos a la ciudad y los mandó llevar a su presencia. Luego de examinarles en su trabajo, les encargó le hicieran unas esculturas de algunos dioses para los templos. Germán le respondió: "Todos los dioses vuestros son demonios. No hay sino un Dios, que ha hecho el cielo y la tierra. Me admira que quieras te hagamos los dioses, pues los haríamos mejores de lo que son ellos. Pues es cierto que es mejor el artífice, que no el artefacto. Por lo que debes conocer al creador del cielo y de la tierra, que por su misericordia ha enviado su Hijo nacido de María Virgen, y padeció por los hombres, habiendo después resucitado, y subido al cielo por su propia virtud. Este es el verdadero Dios, Rey de Reyes, y Señor de Señores".  

Rufino mandó los encarcelaran a todos, privándoles de alimentos, pero un ángel les alimentó durante la semana que duró su cautiverio. A los 8 días volvieron a la presencia de Rufino, quien mandó los azotaran con látigos de plomo. Volvieron al calabozo, y allí fueron sanados por el ángel. A los tres días volvieron a comparecer ante Rufino, quien, al no lograr que adorasen a los ídolos, mandó que a Germán le aplastasen la cabeza entre dos piedras, que a Paulino le degollasen, a Justo le decapitasen y a Sicio que fuera quemado vivo. Las sentencias fueron ejecutadas en un valle hoy llamado de San Daniel. Al punto de ser martirizados, se oyó una voz del cielo: “Preciosa es delante del Señor la muerte de sus Santos”. (Sal 115). Era el 31 de mayo de 304. Los cuerpos de los santos quedaron en un descampado, hasta que algunas mujeres devotas tomaron los cuerpos en la noche, y les dieron sepultura en lo que sería la iglesia de Sant Feliu.  

“Preciosa es delante del Señor la muerte de sus Santos”.
La historia.
A inicios del siglo VIII haciendo unas obras en la iglesia de Santa María (hoy Sant Feliu) se halló un sepulcro donde había unos cuantos huesos y una inscripción con los nombres de cuatro hombres. Sin más, se les tomó por mártires locales y se les comenzó a rendir culto. En 788, expulsados los moros del principado, el emperador San Carlomagno (28 de enero) hizo trasladar solemnemente las reliquias de los santos a la catedral de Gerona. Como su invención había ocurrido durante unas obras, comenzaron a ser invocados por los canteros, escultores y picapedreros, dando origen a la leyenda de que ellos mismos lo habían sido. 

En 1419 fueron proclamados patronos de Gerona y del Bajo Ampurdán. Su fiesta litúrgica era a 31 de mayo, mas la concurrencia con las solemnidades de Pentecostés o Trinidad en ocasiones impedían la solemnidad de los santos, por lo cual el 30 de mayo de 1420 se dictó que su fiesta fuera siempre el lunes posterior a Trinidad. Tuvieron gran culto en Gerona, por parte del gremio de canteros, pero hoy es solo un recuerdo y para la diócesis aún son Memoria Libre.

Sobre el resto de la leyenda antes descrita, pues data del siglo XIII y no tiene la más mínima credibilidad, ni siquiera en que sean santos locales, pues bien pueden ser reliquias de otros mártires lejanos, trasladadas en algún momento olvidado. Los Bollandistas, por supuesto, la han echado por tierra, y con ellos otros hagiógrafos.  

Fuentes:
-“Historia eclesiástica de España: Volumen I. VINCENTE DE LA FUENTE. Madrid, 1873.
-“Historia de Cataluña y de la Corona de Aragon”. Volumen 1. Barcelona 1890. 

A 8 de junio además se celebra a:

“Preciosa es delante del Señor la muerte de sus Santos”.

S. Helga de Bregenz
virgen eremita

“Preciosa es delante del Señor la muerte de sus Santos”.

San Maximino, obispo

“Preciosa es delante del Señor la muerte de sus Santos”.

San Medardo, obispo

“Preciosa es delante del Señor la muerte de sus Santos”.

San Miguel de
los Santos, trinitario


  


Volver a la Portada de Logo Paperblog