Los capítulos más negros de la página de sucesos son aquellos que afectan a los niños. De vez en cuando tenemos noticias de casos de abandono o malos tratos infligidos incluso a bebés. Ahora hemos sabido que en pocos días tres niños han sido ingresados en estado grave por intoxicación de cannabis.
La verdad es que da miedo pensar en los padres causantes de estas barbaridades. El Estado debe mostrarse firme y activar sus resortes legales para sacar a los niños de esos ambientes. Bastante desgracia supone mantener a estos desalmados en la sociedad como para condenar también a sus hijos de antemano- en una nueva versión de la predestinación- a tener una vida errática con muchas probabilidades de marginación social.