No espereis grandes efectos especiales, ni escenas llenas de acción, explosiones y demás (algo sí que tiene pero no mucho), la película vale por lo que cuenta, y por todo su significado: algunos dirán que es el amor, otros que somo dueños de nuestro destino, o todo lo contrario, somo simples marionetas, el rechazo, la familia perdida,... un buen montón de cosas, que entre todas, conforman el sentido de la película, que te engancha desde el principio, y la escasa hora y media que dura, pasa en un suspiro.
Un par de actores en estado de gracia, que ambos están perfectos. Ethan Hawke, cada vez se confirma más como un gran actor en su madurez, y Sarah Snook, para mi ha sido todo un descubrimiento, que espero aproveche el tirón que sin duda esta película le pueda dar, y aparezca en muchas más películas, pues su trabajo lo merece.
No quiero meter la pata y hablar más de la cuenta, tan solo animaros a descubrir esta pequeña joya del pasado 2014, que pasa a mi videoteca de imprescindibles. Os la recomiendo.