Maryclen Stelling
El clima político del país continúa en efervescencia ante la inminencia de las parlamentarias, la incógnita sobre la fecha de su realización y, por supuesto, la crisis económica, otro enigma a ser develado o resuelto. La ciudadanía, en tanto víctima, espera y desespera, y se debate entre dos medias verdades que resultan del manejo político comunicacional de la actual situación.Ante tal suerte de laberinto multidimensional, los medios se abocan a la pulsación del clima desde el sesgo de su posición política o a partir del compromiso ético con la información, que parece claudicar ante la actual coyuntura. Los expertos en tales temas se debaten entre la responsabilidad con el país, su propia postura política y la clarividencia. De nuevo pululan las bolas de cristal y se realizan predicciones que rebasan los resultados electorales para retroceder en el tiempo hasta los 80. Se vaticina la inminencia de un nuevo “Caracazo” y, en ese sentido, se hurga ansiosamente en posibles similitudes entre 1989 y 2015. El gobierno, actor principalísimo, luce lento en sus decisiones, en ocasiones errático y obligado a andar y desandar caminos y medidas. Ello indudablemente deteriora la confianza, la credibilidad y legitimidad en la ciudadanía y pone en interrogante los resultados electorales.
Por causas “naturales” e inducidas se incrementa la conflictividad social y se activa la calle. Amenazas de paro nacional y de paro en producción de cerveza del sindicato de Polar; 100 venezolanos en huelga de hambre demandan la libertad de los 77 presos políticos; madres claman por leche para sus bebés y maestros jubilados reclaman prestaciones. La oposición cuestiona la legitimidad del proyecto político en marcha y denuncia internacionalmente violación de los Derechos Humanos.
Agotada la vocería, la oposición busca ayuda allende los mares. El gobierno sorprende con reunión en Haití en la que “Cabello y Rodríguez se reunieron con Shannon para mejorar relación” y Gobiernos de EEUU y Venezuela se muestran satisfechos con negociaciones.
La apuesta al sacudón parlamentario se reduce a las exigencias de la oposición al CNE para que fije la fecha de las parlamentarias. Duda que despeja una supuesta solicitud de Min Deporte, para que el béisbol deje libre el 13-D para elecciones.
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