Preeclampsia. Parte 1

Por Matronaonline

En todas las consultas a las que se acude durante el embarazo hay una cosa que no falta: la toma de la tensión.

En un 2-5% de los embarazos aparece un problema que da la cara con tensiones elevadas: la preeclampsia. Es una de las primeras causas de muerte de madres y fetos en África y Asia. En América Latina, la cuarta parte de las muertes son causadas por este problema.

Os voy a contar algo curioso. En junio de 2012 acudí a un congreso sobre el manejo de la preeclampsia en el hospital La Paz de Madrid. Sabía que la preeclampsia tiene muchas incógnitas, pero hasta ese día no descubrí cuántas y hasta qué punto. Hicieron, entre charla y charla, una exposición de casos (imaginaos, a lo “Hospital central”): “Mujer, 36 años, gestante de 26 semas, tensiones arteriales de 179/143, secundípara, etc, etc, etc”. Daban toda la información de casos reales que se habían manejado en un pasado. Acto seguido, ponían en una pantalla las distintas opciones de tratamiento y preguntaban a los asistentes “¿cuál es el manejo adecuado?”

Para que me entendáis, con “manejo” no me refiero sólo a medicación, puede decidirse poner medicación, en ese caso habría que decir cuál, ingresar a la mujer, mandarla a casa con conducta expectante (esto significa no hacer nada y ver cómo va evolucionando), hacer una cesárea… Cualquier decisión que tiene por objeto solucionar ese problema, se considera “manejo” del mismo.

Cuál fue mi sorpresa al ver que, caso tras caso, la disparidad de opiniones era inmensa. Ese día me di cuenta de que a pesar de ser una situación frecuente, se domina muy poco.

La preeclampsia no es sólo tener la tensión alta, no es como la hipertensión de la población general, que se soluciona disminuyendo el consumo de sal, porque realmente esa no es su causa. Aparece tras la semana 20 y se acompaña de la presencia de proteínas en la orina. A veces, también hay edemas, pero no os asustéis si se os hinchan los tobillos, porque eso es normal. En este caso el edema puede llegar hasta la cara.

A veces se acompaña de un aumento repentino del peso (más de 1kg por semana), hay dolores fuertes de cabeza que no desaparecen con nada, dolor abdominal en el lado derecho, debajo de las costillas, y en el hombro derecho. De pronto, desaparecen las ganas de hacer pis en casi todo el día (de ahí ese aumento repentino de peso), náuseas y vómitos y cambios en la visión. Esto es muy característico, pueden verse lucecitas o, directamente, perder la visión temporalmente.

Si no se trata (que afortunadamente con los controles que tenemos hoy en día, da de sobra para pillarla a tiempo y ponerle solución), puede complicarse y hacerse muy grave.

Los factores de riesgo son: que sea el primer embarazo (es raro que, si en el primero no ha aparecido, lo haga después… siempre y cuando el padre sea el mismo, curiosamente), que se tenga un embarazo múltiple, una edad superior a 35 años y antecedentes de diabetes, enfermedad de riñones o hipertensión arterial. Si se ha tenido preeclampsia en otro embarazo, también hay más riesgo, pero si vuelve a ocurrir, lo hace más levemente.