Preeclampsia. Parte 2

Por Matronaonline

En el embarazo, las venas suelen dilatarse. En este caso, hacen lo contrario, se estrechan, por lo que el aporte del flujo sanguíneo a la placenta disminuye y el bebé puede crecer en menor medida de lo que debería. Parece que la culpa de todo esto podría estar en la placenta y las causas podrían ser hereditarias (tanto por parte de la mamá como de la pareja), inmunológicas, falta de calcio (a niveles bastante exagerados, por cierto)…

Se considera que hay preeclampsia cuando se está de más de 20 semanas, la tensión es mayor de 140/90 (se suele tomar varios días, para confirmar que no está elevada por otro motivo) y además las proteínas en orina superan los 300 miligramos en 24 horas. Es decir, una tensión alta con la orina correcta, no es preeclampsia. La tensión se ve en cada consulta, como ya he dicho, y en el caso de que diera muy elevada, os pedirían que comprarais un bote grande de orina que parece una jarra de plástico con tapa. Ahí habría que ir haciendo todo el pis durante 24 horas. Se lleva al hospital como una analítica de orina normal y calculan la cantidad de proteínas que se han eliminado. Una persona sana no debe eliminar proteínas en su orina.

Cuando se presenta en su forma más leve, no requiere ingreso hospitalario. Únicamente reposo y control frecuente. Una preeclampsia es grave si la tensión es superior a 160/110, las proteínas en orina superan los 2 gramos en 24 horas o aparecen otros síntomas que indican gravedad. Cuanto más alta es la tensión, significa que más estrechas se van haciendo las venas y menos flujo sanguíneo le llega al bebé.

En función de lo controlada que esté la situación y de la madurez del feto, se recomendará finalizar la gestación o utilizar medicación (antihipertensivos, anticonvulsivantes y ácido acetilsalicílico, la Aspirina de toda la vida, pero en menor dosis).

Cuando una preeclampsia no se trata, puede aparecer el síndrome HELLP, que conlleva hemólisis (los glóbulos rojos se rompen), aumento de las enzimas hepáticas (en los análisis de sangre las veréis como GOT, GPT y LDH) y disminución del número de plaquetas (por debajo de 100.000). Se resuelve finalizando el embarazo.

La complicación más grave, si no se tratara la preeclampsia, es la eclampsia, que es un estado de convulsiones similares a las de las crisis epilépticas. En este caso también, la única solución es finalizar el embarazo.

Los síntomas suelen desaparecer completamente a las 6 semanas del parto.

También podéis encontrar la preeclampsia bajo el nombre de “toxemia”, porque antes se pensaba que estaba causada por una toxina desconocida.

La mejor prevención, es seguir un control del embarazo desde el inicio. No producen preeclampsia, pero sí pueden agravarla el tabaco (daña de por sí los vasos sanguíneos), el sobrepeso se relaciona con mayor aumento de la tensión arterial, así como el estrés.