Preestreno de Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos

Hace un par de semanas se daba cita el Harry Potter Film Fest en el cine Kinepolis de Madrid, una maratón de las ocho películas de la saga del niño que sobrevivió y de su antagonista El-que-no-debe-ser-nombrado. Yo no había tenido el placer de haberlas visto todas en el cine, aun siendo una adoradora del mundo de magos y brujas que ha creado J.K. Rowling, así que me pareció una idea estupenda, y con el empujoncito de una buena amiga me decidí a ir a disfrutar (o morir en el intento) de 24 horas de pura magia (sí, sí, estuvimos 24 horas metidos en el cine para ver todas las películas). En el evento anunciaron que quien sobreviviese a la experiencia tendría una sorpresa, pues bien, la sorpresa resultó ser un pase para el preestreno de Animales fantásticos y dónde encontrarlos, que se celebraría en el mismo lugar el 15 de noviembre, junto a la premiere europea retransmitida desde  Londres.
Estaba emocionada, aunque intentaba controlarme, no pudiese el hype conmigo y me jugase una mala pasada. "Pies de plomo, cabeza fría, no te alteres, solo es una película más (sí, me mentía, el universo que ha creado su autora no es otro más)", me lo repetía una y otra vez para no dejarme llevar por la emoción, pero cuando estaba sentada en la butaca, viendo a los actores, actrices, al director, a la autora, entre otros, en el evento de Londres, algo me decía que iba a ser maravilloso... Y no me equivocaba. Los títulos de los créditos hacen que la gente en el cine se emocione: aplausos y oscuridad. Es el inicio de algo nuevo, algo que no está escrito (la historia al menos, el mundo está muy bien escrito pero aún se le puede sacar mucho jugo, como nos ha demostrado en esta primera película de las cinco que han dicho que van a ser) y del que queremos saber mucho más. Pero no adelantemos hechos, tampoco quiero decir más de la cuenta. La película empieza con acción, nos presenta un mundo mágico y uno de muggles, llamados No-maj en América, donde un grupo de personas quiere montar una especie de inquisición contra las brujas y donde un hombre llamado Newt Scamander llegará para desatar el caos sin quererlo. Los personajes me han parecido maravillosos, cada uno de ellos tienen su propia personalidad y puedes llegar a amarlos o a odiarlos. Me ha encantado cómo la película te absorbe poco a poco, haciendo que quieras saber más y más de las criaturas mágicas que Scamander guarda en su maleta y también del tiempo que le ha tocado vivir, aquellos locos años 20. Las referencias a la saga de Harry Potter nos emocionaban a todos y nos hacían rememorar viejos tiempos donde íbamos descubriendo este mundo que hoy se ha extendido un poco más. En definitiva, una película con una trama mucho más adulta pero plagada de muchas sorpresas, destrucción, peleas con varitas, el bien y el mal, magia, amor y mucha emoción. Yo, personalmente, he disfrutado de la trama de principio a fin, me he emocionado, he odiado y he amado, me ha hecho transportarme a un mundo mágico que espero no abandonar jamás. Gracias J.K Rowling, y a todo su equipo por devolvernos la ilusión, estoy deseando descubrir mucho más.