Tengo una tienda en una zona costera de España, delante de la cual se despliegan cada tarde cientos de manteros ilegales que venden sus imitaciones falsas, concretamente bolsos iguales a los auténticos que vendo yo en mi establecimiento, pero mucho más baratos, por ser falsos.
Esos manteros africanos son ilegales, han violado nuestras fronteras, no tienen papeles, venden mercancías falsificadas y no pagan impuestos, pero mis denuncias a la policía y al Ayuntamiento caen en saco roto. Ni siquiera el gobierno del que usted forma parte, obligado por ley a defender las leyes y la Constitución, me defiende y ha decidido cierra los ojos ante lo que es ilegal e injusto, violando así mis derechos como ciudadano y como emprendedor.
¿Debo seguir pagando mis impuestos o tengo todo el derecho del mundo a defraudar y repudiar al miserable y sucio gobierno que usted representa?
Mi conciencia y mi dignidad como demócrata y como ciudadano me empujan no solo a defraudar y escupirle a usted y a su gobierno en pleno rostro, sino a rebelarme también y a luchar contra la suciedad y la injusticia que usted y los suyos representan.
Me gustaría conocer su respuesta y conocer también sus argumentos para convencer a millones de contribuyentes españoles a que paguen sus impuestos, cuando vosotros los políticos, en lugar de dar ejemplo al pueblo con políticas de ahorro y austeridad, reduciendo el inmenso tamaño del Estado y los excesivos lujos y despilfarros que adornan vuestras vidas de elitistas, sólo sois capaces de expoliar y ordeñar al pueblo con vuestros impuestos abusivos e injustos, que podrían ser innecesarios si, como es vuestro deber, practicarais la austeridad y abandonarais la corrupción y el saqueo.
Francisco Rubiales