Esto de la Iglesia se pasa de rosca. Y como he visto que se ha escrito sobre el tema, miren el post de Antonio, como siempre sesudo y certero, y con el que estoy totalmente de acuerdo, yo preferiría tomármelo con algo que ellos no tienen, con sentido del humor, a pesar del trasfondo trágico de las declaraciones del tal Munilla.
Hace tiempo que he llegado a la conclusión de que están por tocar ovarios y huevos sin que les importe mucho lo que dicen. O sea con fin exhibicionista, recordando aquello de que: “Lo importante es que hablen de mí, aunque sea mal” , visto su constante debacle social –hay que mirar como están los seminarios y los templos los domingos, a pesar de la ayuda cada vez mayor que este gobierno les asigna—, el caso es hacerse notar, buscando las excusas que les vengan en gana.
Y visto lo visto, y ya que la última gran batalla la han forjado estos “salvadores de almas” alrededor del aborto, yo les haría las siguientes preguntas que me ha pasado una amiga (gracias Pilar):
Una vez que la Iglesia considera que la píldora del día después es un aborto, les pregunto:
- ¿La masturbación es homicidio prematuro o premeditado ?
- ¿El sexo oral es canibalismo ?
- ¿Podemos considerar el coito interrumpido, como abandono de menor?
- ¿Qué decir del preservativo ? …¿Será homicidio por sofocamiento?
- ¿Y de la pederastia?… ¿Será un acto de defensa para compensar las indignidades del aborto?
Preguntas que acabo de remitir al gran jefe túnica negra, el arquetipo de la moral del siglo XXI, Rouco Varela, –por si quieres hacerlo tú: (conferenciaepiscopal@planalfa.es)-- para que me responda si lo estima oportuno y así podré superar esa crisis dubitativa que me tiene anonadado.
Salud y República