El graffiti, que adjunto en la entrada, decía:
"La sencillez que se obtiene como resultado de controlar la complejidad es la máxima sofisticación." Steve JobsCuando lo leí, pensé que era una frase perfecta para justificar a aquellos que como yo, les gusta tener todo bajo control para evitar imprevistos. No para evitar sorpresas, si no para ser previsores y evitar contratiempos.
Pero leyendo de quién provenía, un gran empresario, conocido por ser cofundador de Appel y Pixar, parecía indicar lo contrario.
Controlar la complejidad, no quiere decir entenderla, si no afrontarla.
Luchar con ella, para que cuando vengan los miedos y las dudas sepamos actuar en consecuencia.
¿Cuántas veces el miedo transforma lo fácil, o al menos lo que debería de serlo, en algo complejo y suficientemente complicado como para deshacernos de esas ideas innovadoras, o al menos arriesgadas?
Vivimos un tiempo, en el que debemos arriesgar. Luchar por aquello que parece que merece la pena, porque quizás lo que nos espera, no es ni más ni menos que algo mucho mejor que lo tenemos.
Los puntos de inflexión en una vida, ayudan a tener el valor de arriesgar lo conocido por aquello, que se puede llegar a conocer. Todo por una pregunta.
La calve está en:preguntarnos o no preguntarnos,
respondernos, o dejar la pregunta abierta otra vez.